sábado, 21 de agosto de 2010

El Jazz de los estupidos

Basado en la cancion "Locos de amor"
de Yordano (tan pana Yordano =)






"Puedes pedirme lo que quieras, tomarme o dejarme si te da la ganaaa. Total es mi vida, ahora es tuu tuu tuuyaaa, ayayayyy"
– ¡Callate estupido!

y me callé.

Brenda es linda, bueno en la medida de lo posible o en lo que mi amor deja entrever. Es como secreta, como un halo de vidrio alrededor de una figura de iglesia o un manto añejo escondido en un ricon del closet. cuando la beso un perfume ajenjo me llena la cara, se me cuela entre los dientes como agua y su lengua se derrite en mi boca como un trozo de hielo.

Es extraño. Cuando la conoci jure que nunca me enamoraria de alguien como ella, asi pes, toda misteriosa, muy coqueta con todos aunque nadie realmente le quisiera o prefirieran a su hermana mayor. Bueno, si, me jodi con Brenda a la luz de todo esto, creo que la jodienda va pa´largo.
fue asi como le conte a Ramon, que se habia bebido varias cervezas mientras me esperaba.

–pronto tocara la banda de Prometido. ¿haz escuchado como alguien desgarra el aire?
–no chamo, no.
–su banda de Jazz promete, promete.
–por algo se llama Prometido. le respondi como un idiota.
–se llama Prometeo, Lancho, Prometeo.

Prometeo, Lancho y Ramon: la triada de los ridiculos, la costelacion de lo cursi, la añoranza de nuestras viejas ebrias, la consecuencia de una politica piernona abierta, la cucaracha morada bailando al fondo de la mesa trastabillando con torpeza. Le comente hace unos meses sobre mis intenciones con Brenda, la feoncia de medicina, la feoncia mas amada. Tenia ganas de retomar el cuento, pero estaba cansado, la tarea se me asemejaba a aquella faena ingrata de descoser la punta raida de una franela de lana hasta dejarla en la nada, flotante, como si nunca hubiera existido para luego coger el hilo con desgano y volver a poner cada hebra en su lugar, cada puntada identica a la anterior, con algun motivo distinto pero siempre seria la misma geometria tarada con la suelo tejer mis cuentos. Hoy estaba pa eso, pero no era el momento y pensandolo bien, tampoco estaba pa eso.

Ramon siempre fue un tipo nostalgico. llevaba la mirada pesada, como si cargara pedazos de corazon atados con cabuya sobre la espalda de su pupila, sus pestañas estaban dotadas de una fragil comparecencia ante el destino, que siempre le ponzoñaba la vida con crueldad y el blanco de sus ojos se habian tornado tenues como los colmillos de un elefante muerto momentos antes que los cazadores le dividieran los dientes con sierra. Por eso siempre me cayo bien Ramon, porque con el no se tiene la estupida etiqueta de andar de buenas cuando te lo encuentras por la calle. Es un tipo que si te ve malencarado no espera una buena respuesta ni un saludo cortes, el tipo se hace que no te vio y sigue de largo y poco importa si te lo tropezaste de frente, el tipo sigue, porque alguien que sepa celebrar tus felicidades, sabe conmemorar tus arrecheras y si valen bien las primeras intenciones, estas segundas se respetan mas.

Nuestro respeto fue marcado por la arrechera y a mi me gusta, cuando estoy arrecho, estar con Ramon porque es un hombre triste que no le pide a los demas contentura ni promesas y es por eso que siempre esta ocupado, porque todos, cuando estamos arrechos, vamos con Ramon o cuando llamamos a alguien y le preguntamos ¿con quien andas? y nos dice "con Ramon" entonces sabemos que esta arrecho y le dejamos en paz.

–Brenda esta arrecha conmigo. Habia decidido empezar una franela de lana nueva.
–aja.
–y bueno, fui a su casa y le cante una cancion de Yordano. Se la dedique cuando nos empatamos porque se veia tan bonita con el pantaloncito blanco que le marcaba el culito con gracia.
–aja.
–bueno, igual mucho culo no tiene pero se lo marcaba con gracia, que es lo importante.
–aja
–y me grito que era un estupido..
–aja.
– y chamo, de verdad, que yo no soy estupido.
–...
–aja ¿y porque ese silencio?
–...
–¿chamo, yo soy estupido?

la banda de Jazz de el Prometido Prometeo se monto por verbigracia de los presentes y de nuestro querido amigo que tocaba el triangulo. Hace unos años, me comento con felicidad que algun dia montaria su banda de Jazz, que cuando consiguiera musicos buenos, BAM¡ esa vaina surgiria como un maldito cohete para romperle las orejas a todos los que habitamos en Caracas la horrenda. Prome consiguio los musicos, unos argentinos que tocaban de cuando en cuando en El Teatro y un viejito ahi que le echaba bola con el saxofon pero en la busqueda a Prome se le olvido aprender a tocar algo y se resolvio con un triangulo, que segun el, le da un brillo auditivo a la banda. Ciertamente le otorga un aire pintoresco en la tarima, ciertamente la hace mas caraqueña de lo que ya es.

ese animal hibrido que vos llamas Jazz.
y ahi empieza la cosa, que si la improvisacion se mueve como arañas sobre el techo, que el saxofon se rebela y pelea con la bateria con aquella cadencia de dragon borracho y efimero, la libelula enredada en las falsas notas de un piano doliente, como si dejara atras un cadaver y si Brenda sintiera todo esto, esta farsa sobre la entrega, la musica engreida de negros ancestros de cosa oscura, humeda y pobre, de educacion escondida, de burguesia violenta, entonces ella entenderia porque le cante Yordano y no una de Ella Fitzgerald para que se derritiera de tristeza sobre su cama, hasta volverse azucar para que se la devoraran todas las hormiguitas y ¿porque no? las arañitas suspendidas sobre la cabeza de Prome, que toca el triangulo con segundos de atraso.

–estoy enamorado.

me volvi hacia Ramon y todas aquellas pendejadas de arañitas y hormigas desaparecieron.

Ramon tomo un sorbo de cerveza y empezo mas o menos como sigue: "la vi en el Metro, gueon, el Metro, ¿te imaginas un sitio mas lugar comun que el Metro? es chiquitiiiiiiica, mas bajita que tu bagre...perdon mi pana, la tuya no es bagre pero, conchale, ambos sabemos que es dificil de ver, entonces la segui, pero tu sabes que yo siempre tengo cara de andar arrecho, pero es que, yo no estoy arrecho, siempre estoy pensando bro, pensando y bueno se baja en Plaza Venezuela y yo iba a Caño Amarillo y nada, me baje ahi, en Plaza porque esas apariciones uno las tiene una sola vez en la vida y bueno la segui ahi, como el mas loco, y la chama ni me noto , de pana, la tipa la pudieron haber violado y ni cuenta se daba y llegue a la UCV y la tipa adelante y yo atras, mirandole la espalda, y el culo y bueno, que se voltea y me pide la hora y yo se la doy y eso fue hace quince dias...entonces saliamos chamo y todos me decian que me veia hasta mejor, que ya no estaba tan melancolico y fuimos a parque del Este y a tomar, al Teresa a la feria del libro al cine y bueno, chamo, enamorado y bueno, a todas estas no me la habia cojido ni nada, por respeto Lancho, por todo ese hijodeputa respeto que conchale, de haber sabido no me hecho ese barranco pero las cosas de hoy en dia y bueno, despues de tanta sobadera yo no aguantaba mas, parecia un avion a chorros y ella excitada y fuimos a un hotel y la gente nos miraba raro y se reian y nos acostamos en la cama y yo me encuere y nada, listo pa darle durisimo...
era hombre. La tipa, chiquiiiiiticaaaa, era un tipo. Se saco una verga chiquitiiiiicaaaa tambien y chamo, me miro con la carita de jeva y yo con ganas de meterle una mano en la cara y se la meti, asi, le rompi la nariz y me fui de ahi pero mi peo no es que sea hombre, sino que estoy enamorado...enamorado de un transexual y yo, y yo..."

y Ramon empezo a llorar sobre la mesa, cubriendose la cara con las dos manos empapadas del sudor de la cerveza. Prome me miro desde el escenario y comprendi que tambien lo sabia y entendi que si no sacaba a Ramon de ahi, todos los iban a saber.
Nos montamos en un taxi rumbo a la Urbina, y mientras Ramon seguia sollozando no pude evitar pensar como no se habia dado cuenta de que era un tipo. Ramon no tiene mucha experiencia con mujeres, solo le conoci a una y era su prima pero, conchale vale, hasta yo que soy un estupido confieso, me doy cuenta...Coñooo ¿y si mi Feoncia es un hombre??? ¡vergacion! porque yo nunca me la he cogido y bueno, por algo sera que le rehuye a la intimidad..
coño, lo que faltaba yo estupido y ella hombre.Esto es demasiado.

Nos bajamos frente a su edificio y le pedi al taxi que me esperara. subimos los tres pisos a patica porque el ascensor cumplio ayer su quinto aniversario fuera de servicio y bueno, no fuera a ser que el aparato se nos ofendiera y nos lanzara a los abismos en caida libre. A todas estas el cuerpo de Ramon se habia hecho mas pesado, su melancolia habitual se habia sumado un despecho descomunal que lo hacia una ballena tristisima y fuera del agua, amenazada con ser aplastada bajo su propio peso, llevandome consigo al infierno.

Al llegar lo primero que vi fue un par de piernas cortisimas que le esperaban frente a su puerta. Nos vio con asombro y pena, se acerco a nosotros, retrocedi.
–me llamo Estella. Soy la novia de Ramon. y se acerco y lo tomo entre sus brazos.

se sento en el suelo y empezo a buscar las llaves del apartamento. Era una morena preciosa, tenia los ojos de gato amarillo y el cabello negro le caia en bucles sobre las tetas operadas que disimulaba con una chaqueta de colores discretos.
escuche que me dio las gracias, pero ya estaba en el segundo piso.

Brenda no es hombre. Lo comprobe una semana despues, cuando nos reconciliamos en una de sexo salvaje en la habitacion de sus padres, se fumo un cigarrillo y me confeso que esa noche habia descubierto que no me queria, que mejor lo dejaramos asi. Y yo le tome la palabra.


La verdad, es que yo queria estar enamorado de Brenda como Ramon del trans y que ella me amara asi, con la misma pasion con la que el trans amaba a un hombre tan oscuro como Ramon, pero no fue asi y la verdad es que ya no me gustan los medios cariños, las medias caricias, el adios con desgano. ya no estaba pa ´eso. Porque despues de lo que paso con Ramon, todo concepto de cariño se habia convertido en un ser de patas y alas largas como un mosquito de esos que te inoculan veneno en el corazon, por lo menos para mi.
Hace unos dias, justamente un dia antes de que Brenda me cortara las patas, vi a Ramon bajando por La Candelaria y estaba por gritar su nombre y saludarlo, pero algo en su semblante me advirtio que cualquier acercamiento seria una imprudencia. Estaba contento, como si toda esa aura negra que le rodeaba la cabeza con intriga hubiera desaparecido y aquel hombre, esa figura alegre de arlequin nuevo, no era mi amigo, es decir, yo jamas me hubiera tomado unas birras con un tipo asi, menos aun arrastrarlo hasta su casa como un saco de abono para abandonarlo en los brazos de un hombre vestido de mujer. Ese no era mi amigo, pero conmemore su alegria con respeto por eso me hice el loco y segui de largo.



viernes, 20 de agosto de 2010

Don Ramón y su Barranco

Don Ramón y su Barranco

Inspirada en Sexy – Los Amigos Invisibles
Dedicada a Daniela de Sousa


Por Guillermo Geraldo

.- Coño Pipo no seas asqueroso brother, métele tú a Clotilde si quieres ueón , pero yo no. (Clotilde; era el verdadero nombre de la bruja del 71. Sabrás quien es si viste a <>. Bueno, así le decían a Karla, una caraja fea con bola, era igualita a una vieja, pero tenía 22)

.- Marico, no es tan fea ¡Yo le metiera! Pero a quien quiere darle es a ti ¡Yo no me meto en ese peo!

.-Pipo es una ladilla. La coño si estoy durmiendo me escribe, estoy cagando y me escribe, estoy leyendo y me escribe, comiendo me escribe ¡tirando me escribe…Ño e’su madre ueón!

.-Verga ratica coronaste tremendo culo. Rebánale el filete chamo, la agarras un día de estos y rintintín con ella.

.-¡Ah okay! De bolas, no una si no seis veces voy a darle guandengue ¡pajúo! No vale, yo con esa jeva jamás ¡nunca brother, ni porque me den real marico!

Yo soy Julio, digamos que prefiero chalequear a alguien antes de ser su amigo. De hecho, mis amigos son carajos que sólo chalequean. Sin embargo, soy el Némesis de todos y nunca han conseguido algo fino para destruirme, mientras que yo… ¡pobres carajos!

Todos estos bichos saben que Karla es fea. Por mala leche me la levanté y me joden. Tampoco demasiado, como te decía los carajos no han encontrado mi Talón de Aquiles. Además tenemos un principio que protege a los camaradas de no caer en barrancos tan feos en casos de estados etílicos. Lo arrecho de esta jeva es que si la miras con los ojos medio turuleques así virolos, la sigues viendo escoñetada. A veces pienso que es bonita, sólo que su belleza es abstracta. Que es una princesa, pero dentro de su especie, no en la humana. Por tales motivos, la miro como un pana más. Por cierto, no es que yo sea chulo, es que Clotilde me paga toda mierda y lo bueno de enchufársele es que siempre tiene algo que hacer. Por lo menos hoy…

Curdita en casa de Karla…

11:00 PM: Arribo a la reunión y soy el último en hacerlo, ya estaban todos mis homólogos del chalequeo ahí. Había llevado mi respectiva botella de Carta Roja, pero en casa de Clotilde había Absolute ¡Venga vieja!

12:00 AM: Mis tragos estaban light, sin mucho vodka. Lo chimbo de estar en casa del engendro que te está cayendo, es que debes cuidarte de no beber demasiado.

1:00 AM: La reunión se había tornado aburrida ¿y cuál es la solución en ese tipo de casos? Los típicos jueguitos de caña. Todos y sin excepción entramos a jugar.

Circulo de la muerte: No recuerdo casi cuales eran las reglas del juego, la vaina era que si no te rascabas perdías y el que más se rascara, ganaba. Había unas cartas y bebías desde el número dos al nueve. Es decir, si te salía alguna de las cartas comprendidas en esos números bebías la cantidad de shots respectivos. Las demás cartas eran mariqueras de penitencias.

1:30 AM: He tenido leche, sólo me salió un dos y una K (penitencia y dos shots apenas.)

2:00AM: Me salieron las cuatro cartas con el nueve. (36 shots, apenas…)

Si da masajes ricos. Mientras jugaba, Karla me hacía cariñitos.

De pana no la había notado bien, pero tiene demasiado sex apple. La jeva está buena, sólo que cuando a alguien le montan la fama de que es horrible todo el mundo la ve así, pero pa’ mí la jeva está bien rica ¡Si he sido guevón!

No sé que será, si es el hielito y el absolute, pero si es así ¡bendito sea! Además yo estoy bien solitario ¿y qué me dices del coñazo de tiempo que tengo sin dar matarile? ¡Dale swing guevón, si te la ponen bombita!

3:00 AM: ¿Por qué todos los arquitectos se les ocurre diseñar un cuarto al lado de la cocina?

Karla: ¿Quieres un sanduchito Julio?

Julio: Si me sigues tratando con tanto cariño no sé como voy a escaparme esta casa hoy sin pagarte.

.- ¡Jajajaja! Gafito, la cosa no era con cuenta, pero ahora que lo dices ¡Vente, vamos a los cocina y me dices como lo quieres!

Mientras tanto, las ratas estas ya tenían un coñazo de fotos de Clotilde sentada en mis piernas, haciéndome y que cariños, hablándome en la pata de la oreja y dándome masajitos ¿qué tal?

3:15AM: La cocina está cerca, pero yo no estoy ahí.

.- Dime que todo esos mío Karlita, vente pa’cá mi vida, que hoy no te me escapas. Hoy si que te castigo, que digo castigo, hoy te azoto.

3:20AM: Andaba así tipo cuando Iladio Lárez dice: “¿sin arrepentimientos? Lo jura por su madre” y los coños que concursan contestan “Daaaaaale que esa es! Dale Dale”

3:25AM: Clotilde cerró la puerta del cuarto…

11:00 AM: Me despierto sin ropa…


¡Mierda! ¿Dónde coño estoy? Este no es mi cuarto. Mi teléfono suena y cuando veo tengo treinta mensajes de textos, doce mensajes de voz. Yo tenía el Factbook como una aplicación al cel… Setenta y tres notificaciones nuevas.


Me meto rápido y apenas se carga mi perfil de facebook, estaba etiquetado por Pipo en una foto; durmiendo con La bruja del 71. Apenas levanté la mirada estaba ella ahí, como un espanto con una bandeja y desayuno…


Doy lo que sea por compartir escondite con Bin Laden…





viernes, 13 de agosto de 2010

Inspirada en Peperina de Seru Giran

Sofía nunca fue cualquier chica, una romántica por naturaleza que decidió ser parte del rock tomando té de peperina. De aquí vino su apodo, Peperina, la chica del campo. Una hippie rebelde que se atrevió a maldecir y burlar a la rutina. Un espíritu libre que juró no desvanecerse con el viento y amar hasta el último suspiro, en su cuento ella es cenicienta y su príncipe otro hippie, de los años 60. Peperina es diferente, con sus poesías puedes entender porque viste rompa ancha, bandanas en el pelo y banderas en la mano.
Sofía, o Peperina… lucha por ganar la batalla contra la cotidianidad, a través de versos, amor y mucho rock.

domingo, 8 de agosto de 2010

Por lo menos

Por Gabriela Valdivieso
Para el taller creativo dictado por Jorge Flores

Se compró un televisor y por suerte no se endeudó.
Se desveló, pero por suerte no se enfermó.
Tuvo parejas, pero por suerte no se enamoró.
Se cayó por las escaleras pero por suerte no se escurrió su vida.

Cuando le cayó el florero que la mató, alguien pensó:
"¡Qué mala suerte!", pero no era tan lamentable porque no tuvo arrugas ni sufrió la soledad y la vejez.

En su funeral su sobrino declaró: "Por lo menos vivió".

miércoles, 4 de agosto de 2010

Ojalá pudiéramos recordar esto siempre

-¿Es posible... lastimar a alguien?
-Fuera de lo físico, no lo creo. El único ser capaz de lastimarte mentalmente eres tú mismo.

Si pudiéramos regresar el tiempo, ¿haríamos lo mismo? Nacer, llorar, vivir, aprender, enseñar, escuchar, hablar, conocer, cometer errores, despertar en gloria, ganar y perder. No sé cuánto tiempo se ha desperdiciado en el mundo por simplemente usarlo en arrepentirse, para lamentarse de fallas en el pasado de hace años, días, horas, minutos o incluso segundos. El tiempo no podrá volver, porque no es algo que podamos controlar a nuestro antojo.

Por más que se repita siempre se olvida, es por eso necesario recordarlo. Alguien muy sabio dijo un día que la vida es un instante entre dos eternidades, y eso nos trae de vuelta al suelo que solemos perder. La vida es insignificante, teniendo mucho que la precede y mucho que se prepara para cuando ya no esté. Lo único que puede cambiar es lo que hacemos con la pequeñez que representa, lo que buscamos para hacerla crecer.

Cuando algo se acaba, ¿somos conscientes del final? Cómo termina todo, qué experiencias podemos tomar, qué fue en verdad correcto. Finalizar una etapa que ya está cerrada puede sugerirnos un dilema de vida, pero lo que pocas veces notamos es que resistirse a olvidarnos de ellas es como pretender vivir más allá de la muerte, querer que tu cuerpo se levante cuando ya no hay alma ni latidos.

Cada cierto tiempo alguien se da cuenta de cómo es vivir e intenta explicarlo, mas no todas las vidas son iguales, nadie es una copia fiel de otra persona. Quizá te es posible pensar que no vale la pena luchar por algo que perderás, pero no sepas que disfrutarlo mientras puedas es más importante. Un plazo de tiempo, sea cual sea, nos trae algo más que descubrir antes de ponerlo a prueba. El conocimiento puede estar escondido en cualquier lugar, ¿no es así?

El camino nunca está hecho para nosotros, debemos hacerlo; al pisar lo borraremos aunque no queramos para dejar espacio de que alguien más construya el suyo. Quizá leguemos mapas, materiales e indicaciones, pero la obra es trabajo de cada persona. Lo bueno de estar rodeado de caminos es que alguien puede tenderte una mano, recordando que tu mano también debe estar ahí para otro constructor. Tú decides si tu camino lleva a algún lugar, o solamente es un espacio en el vacío. No siempre querrán de ti la primera opción, no importa, quiérela tú.

-Entonces... ¿no?
-No, por supuesto que no.

martes, 3 de agosto de 2010

En ese instante



En ese instante

Por Jessica Márquez Gaspar

Inspirado en "Sanitarios" de Caramelos de Cianuro

Los segundos que se desmoronan a medida que avanza el reloj. Que corren a atropellarse unos a otros en su prisa por pasar. Y yo que quería que hoy fueran lentos, que hoy se deslizaran sin premura. Pero no fue posible. En aquella burbuja el tiempo determinaba todo, el final estaba previsto.

No supe nunca cómo terminamos allá. No sé que fortuitas circunstancias nos llevaron a encontrarnos en ese instante. En ese centímetro del segundero particular. Sólo sé que fui perdiendo consciencia de mis acciones para ganar conciencia de mi cuerpo. Sólo sé que en aquel instante que nos abrazamos perdí la voluntad que me había permitido mantener la compostura toda la noche. Sólo sé, aunque nada sé, que fue demasiado para mis sentidos, para mi cuerpo, para mi alma, sentir tus brazos, tu cuerpo vibrando tan cerca de mí, tu deliciosa proximidad, tu cariño y tu deseo, fue demasiado entender en ese abrazo lo que habíamos callado durante horas. Y perdí el control. Y encontré tus labios con los míos, y ya no fui yo, y no fuiste tú. Fuimos.

Después de unos tímidos minutos nos separamos. Mi corazón corría a la velocidad del deseo, mientras sentía mi cuerpo hormiguear y desesperarse ante las posibilidades maravillosas de lo que podía suceder a continuación. Maldito ese segundo exacto en que no me detuve a pensar que aquello tenía, desde un principio, final. Que aquello era una brecha en el tiempo, un pacto con el destino para jugar fuera de las reglas, para ignorar las reglas, y regresar más tarde al camino correcto.

Nos miramos en franca interrogación. O más bien te miré interrogante, porque sabías de sobra que siempre quise que aquello pasara. Que había esperado por aquel momento como se espera la salida del sol en una noche larga, desesperada y oscura. Te miré preguntándote si sentías lo mismo. Te miré preguntándote si te atreverías, si te dejarías llevar por aquellos mal controlados impulsos, que nos habían conducido a esa situación en primer lugar.

Tu respuesta tocó mis labios y me desarmó de todo miedo. Me encontré contigo y me perdí, completamente. Mientras pasaban los segundos, minutos, o alguna otra medida de tiempo, el tiempo mismo se iba. Y con él se acercaba esa terrible hora en que todo habría terminado, en que todo habría muerto.

A medida que perdíamos conciencia del espacio, fuimos acercándonos más y más. Desaparecida la distancia entre nuestros cuerpos, toda distancia, supe que había logrado mi destino. Qué había engañado las posibilidades e incluso su decisión para poseernos en aquellos fugaces instantes. Pronto mi cuerpo dejó de ser gobernado, de ser mío, para ser tuyo. Y recorrí tu abdomen, tu pecho. Hice fiesta en tus hombros, en tus brazos. En tu espalda. Te sentí alrededor de mi anatomía en una celebración de lo imposible, de lo que siempre quisimos pero estaba prohibido.

Quise llorar ante la posibilidad de estar ahí, contigo. Quise llorar ante la dualidad de aquel hermoso y terrible momento que amenazaba con culminar cuando debería ser tan sólo un comienzo. Pero el destino es cruel. E incluso se repone del engaño para señalarnos la realidad, el camino que nos ha tocado seguir, el que estaba predeterminado y aceptado.

En un tiempo que no fue tiempo, por lo menos no tiempo como lo conocemos, fuimos. Fuimos porque fuimos uno. Porque en aquel lugar y en aquel momento quisimos desafiarlos a todos, quisimos creer que era posible aquel universo paralelo, aquella historia alternativa que intentábamos crear. Pero poco a poco aquello que lo inició todo, fue pasando. Y quedamos en aquella no-distancia mirándonos a los ojos. Preguntándonos que vendría después. Disfrutando las últimas migajas de magia y los primeros instantes dulces de la efímera, pero aún así, felicidad. Acaricié tu cabello y luego tu cara. Besé tus labios una vez más, con más profundidad e intensidad que nunca, y que siempre.

Correspondiste mi beso, esta vez sin las urgencias del deseo, más para decir, para aclamar, para llorar, para despedirse, que para desatar un impulso largo tiempo reprimido. Esta vez era decir lo que latía debajo de aquel acto: lo que sentíamos. La conexión, la rabia y la impotencia, el dolor, la incertidumbre, el “quizás” y “el por qué”. El “tal vez”. Y otras tantas frases que sólo éramos capaces de expresar en aquel instante.

Te observé por última vez en tu desnudez y me miraste como siempre quisiste hacerlo. Mientras la burbuja se elevaba y se rompía con suave final, nos fuimos vistiendo sin dejar de mirarnos, hasta quedar frente a frente como estábamos cuando todo había empezado. Lejos, tan lejos. Incluso antes de separarnos y seguir nuestro camino, ya nos habíamos ido. Porque aquel encuentro era finito e irrepetible. Y cómo tal, alcanzado su final, se hizo inmediatamente recuerdo y concluyó, como el sol que se pone al atardecer. Inevitable.