sábado, 18 de diciembre de 2010

Tarde o temprano, alguien debe darse cuenta

Gabriela Camacho
Cuarto match de Contraletras
Gabi Jr. vs. Guillermo: Tu vida es una ilusión

Admítelo: Estás en quiebra, amigo. Tus ingresos son un insulto, comparados con tus egresos, ¿o no?. Las sucursales de tu negocio fueron un fracaso y todo el dinero que invertiste en ellas se fue más rápido de lo que llegó; quizá mala visión de tu parte, mala gestión, ¿a quién le importa? Tus empleados probablemente te odien por dejarlos en la calle y ahora tienes que hacer un esfuerzo sobrehumano para costear su liquidación.

Estás harto de consultar brujos y adivinos, gastando más dinero y tiempo del que quisieras, para que al final no te digan lo que quieres oír sino cosas como “tu pareja te engaña”. Lo malo de eso es que ni siquiera tienes una. Inmediatamente después de que piensas eso, recuerdas el porqué de no tener pareja y tu memoria se remonta a algunos meses atrás, donde ves tan claro como el agua que te dejó para irse a buscar una vida mejor, o al menos eso decía. Idiota, se lo perdió.

Piensas que sería bueno ir a buscar a tus amigos, pero tampoco tienes. Tu memoria regresa para otro flashback: hace un año, más o menos, hiciste una reunión en casa. Los invitados, no pocos por cierto, eran tus amigos; unos cuantos de la universidad y otros que habías conocido en el trabajo o en el –tortuoso- camino de la vida. Por alguna razón tú, que jamás bebías, lo hiciste con no pocas consecuencias. Gritaste a los cuatro vientos y en una forma desagradable a todo mundo, insultaste y despotricaste. Naturalmente todos se fueron y tú quedaste sólo en medio del salón, con una peluca en la mano (porque de paso, habías perdido el cabello de tanto stress) y una botella de un pésimo whisky en la otra. Menudo espectáculo.

Volviendo al presente, te das cuenta de que eso no es nada bueno. No tienes trabajo ni dinero, no tienes amigos ni compañía. Aún podrías comprar un perro, o un gato, pero tus tarjetas de crédito están al tope de su capacidad y en ningún banco querrían darte otra.

Te queda pensar que aún conservas a tu familia, pero no es así. Ellos están en algún otro país del globo y difícilmente se acuerdan de que existes, porque en principio fuiste tú quien se olvidó de ellos. Querías una carrera, una vida mejor y dinero. Lo lamentable es que ahora no tienes sino la primera cosa, a medias, porque lo mediocre no tardó en llegar a ti.

Actualmente, como estás, ¿qué crees que tienes? Si no tienes dinero, familia o amigos. Si estás en la ruina. Si lo poco que conseguiste, a costa de pérdidas, también ha desaparecido.

Qué mundo vacío es ahora el tuyo, sí, ese que tanto intentaste proteger…

5 comentarios:

Jessisrules dijo...

Gaby, se me erizó la piel. Qué duro, realmente. Y muy adulto, ya no eres tan Jr. Estoy orgullosa de ti, sigue escribiendo que realmente vas muy bien.

Karim Taisham dijo...

de pana. concuerdo con la Jess.

De verdad, haz madurado un resto =0 hay algunos lugares comunes que ya irás suprimiendo, pero en general el texto es redondo.
me gusto mucho la escena de la fiesta, de verdad no me esperaba ese flashback narrativo. Una grata sopresa.

=D lo celebro.

Samar Yasmin dijo...

Gaby me gusto mucho :D Hace que uno reflexione después de leerlo!

G. dijo...

Muchas gracias (:!!!!

Gabriela Valdivieso dijo...

Quería que volaras, que el cuento continuara. Que todo esto se lo dijera alguien al protagonista y que el tipo hiciera algo.

Es como un gran discurso y por Dios que imagino a alguien esuchándolo, ahí arrastrado, quizás recostado en la poseta. En el final de repente sería bueno jugar con algo como "No me mires así, ¿estoy diciendo mentiras?, ¿Prefieres que te engañe? Para eso estás tú!" Jajja, én fin que sentí que más que un monólogo era un tremendo detonante o diálogo!