martes, 19 de enero de 2010

Estafa de chinos

Por Gabriela Valdivieso

(ojos cerrados, mente abierta)

En un bote en el medio de la nada estaban los dos sujetos que vi que se habían escapado de los amarillos. Con mi amiga nadé hasta allá y subimos a las maderas flotantes. Uno de ellos se mantenía callado, inquietante. El otro contaba, emocionado, su escape: “Me camuflé con la ‘g’ gigante de ‘Kellogs’ y, pasados los enemigos, empujé la valla conmigo arriba hasta hacerla caer. La surfié por los aires y, próximo al suelo, salté. Fue onírico, fue un salto normal que escapó de un gran impacto. Volví a saltar por el rebote de la valla y listo, ni una ‘y’ de rasguño. Corrí y halé a Bob, tomamos este bote y voilá".

Pensaba en el nombre ‘Bob’ como etiqueta para ese hombre cuando subieron, ¡oh!, los amarillos. Los chinos habían vuelto y ahora yo debía escapar. Surfear, nadar, ahhhhh.


Siempre lo mismo: oficinas recubiertas, vías largas, sobres grandes y hoy; estafa de chinos.


Es raro. Pero en mis sueños no aparecen las cosas ni la gente que amo. No mi familia, no mi amor, no los amigos de mi alma, no la gente que me ha hecho crecer. No textos, no suéteres, no pelotas que rebotan, tampoco diarios, ni potes inmensos de Nutella.


Me he consolado pensando que no aparecen en mi inconsciente porque están muy en mi consciente, pero no era suficiente.


Entonces lo razoné, ¿para qué tenerlos en sueños si los tengo en la realidad? Escogería una y mil veces tenerlos cerca que vaporosos y desordenados, como esas imágenes propias de los mundos de los ojos cerrados y la mente abierta.


Quedé contenta con mi razonamiento hasta que, ay, me adelanté a los hechos y pensé que quizás con la distancia a mis amores y a mi país que se aproxima a mí, quizás entonces los soñaré más.


Entonces volví a mi congoja. La de no tenerlos cerca y más cerca. En mi mente y a mi alrededor. Deseé cerrar los ojos para pensar en sobres grandes y árboles caminantes para reemplazar este pensamiento, por cualquier otro.

2 comentarios:

Moises Larez dijo...

¡Qué sueño tan loco! Creo que muchos de nosotros podemos soñar cosas loquísimas

Jessisrules dijo...

te entiendo mucho gaby.