domingo, 16 de enero de 2011

Ella y aquella

De Gabriela Valdivieso
Para Jessica Márquez

A ella le encanta decir que su "transformación" fue espontánea y paulatina, pero eso es tan falso como que lo logró.

Cuando estudiábamos juntas pasaba las clases mirándola. Parecía no identificar qué era más interesante, si ella o sus palabras. Mientras ella, la profesora, desarrollaba para nosotros arcos y esquemas de teorías literarias, esta esquivaba las ideas y captaba encuadres y retazos.

Creo que tras la clase de la reminiscencia de Riverón en la obra de Britto García cuando pasó todo. No me dijo nada, pero yo sentí que algo cambió, ahí decidió ser como ella.

Consiguió suéteres universitarios, camisas rosadas y jeans azules. Un par de lentes negros de pasta y zapatos converse. Leyó sus autores e imitó su peinado. Se rió como ella y utilizó sus palabras.

Y sin embargo, qué pobres aproximaciones. Ella parecía pedazos de aquella. Era un espejismo, un intento malogrado de algo más grande.

Cuando se desgastaban los converse los cambiaba. Cada jean desteñido abandonaba su closet, ¡cómo tan poco observadora, cómo tan equivocada!

Sus jeans y zapatos debían ser desteñidos de tanto movimiento. Tanta calle. Su sonrisa debía ser abierta, pero con un límite, como con un freno; porque cada alegría alberga también algo de nostalgia e hipersensibilidad.

Los lentes de pasta no debían ser sólo negros. Era preciso que tuvieran cierta densidad, como si tuvieran la misión de enmarcar una mirada ansiosa. ¡Y soñadora! Ellos debían ayudarla a ver a través de lo físico.

Así era la profesora Márquez. Daba la impresión de que pensaba en princesas olvidadas. Parecía proclamar "para ver, creer". Le creo sus palabras de que cuando el tiempo se suspende y las líneas se hacen interminables, algo muestra el camino correcto y el deseo urge y arde por ese destino.

Siento que imagina ciudades con esquinas plateadas y estrellas durante el día. Creo que suele pedirle a Dios que no demore más y rife por fin el poder de volar. En verdad no entiendo cómo se hace para no ver que para ser como ella no hay que lucir como ella, sino soñar muy alto y tener las emociones siempre un poco afuera.

5 comentarios:

Samar Yasmin dijo...

Esa es Jess! :) La profesora Márquez!
Me encanto!

Karim Taisham dijo...

de panaaa

esta es mi hermanita!!!!

Jessisrules dijo...

Gracias Gaby, me conoces aún más de lo que creía. Me encanta este retrato, muchas gracias por él. Un abrazo amiga

Victor C. Drax dijo...

Profesora Márquez: un vistazo al futuro.

Gabriela Valdivieso dijo...

Leo el tarot y necesito tan poco leerlo para ver esto =)