viernes, 21 de enero de 2011

Y es por eso que yo no viajo solo

Samar Hokche
Primer match del segundo contraletras
Samar vs Víctor vs Paula: Misterio en el extranjero

Un año después del, sumamente comentado, viaje de Margaret Lee al viejo continente.

-Pobre Margaret, tenía un espléndido futuro por delante. Una gran pérdida sin lugar a duda.

-¿Es que acaso se murió?

-No para nada -respondió María Elena-, pero pensándolo bien, ese destino hubiera sido mejor.

-¿Margaret Lee? ¿Loca Lee?, de esa “Margaret” es de la estamos hablando, ¿cierto? -Preguntó inseguro Antonio.

-¡De esa misma! Escuché que la habían internado en el Centro Clínico de Salud Mental del Este. No ha sido la misma desde que volvió de aquel viaje infernal.

-Totalmente de acuerdo –suspiró Antonio-. ¿Sabes lo cómico del caso? Me gustaba la Loca Lee.

-Tú con tus extravagantes gustos por muchachas tan, vamos a llamarlas, complicadas –sonrió María Elena.

-Al menos no son aburridas -comentó Antonio riéndose-. Tuve la oportunidad de hablar con ella, apenas había regresado del viaje. La noté distante, como si le hubieran quitado todo rastro de alegría. También no pude ignorar lo delgada que se encontraba, era impresionante su transformación, tanto física como mental.

-¿Y no te dio detalles?

-Bueno, sí... Repetía constantemente que era una de las pocas personas que habían logrado escapar. También recuerdo que me contaba que todo eso era parte de un plan secreto experimental del gobierno de Alemania, que ellos no pararían hasta ver a todos en ese estado.

-¡Qué horrible! Yo me enteré por terceros que el viaje había estado bien hasta que ella empezó a sentir que alguien la vigilaba, la seguía. Ese pensamiento no la abandonaba, dejaba de comer y nunca dormía en su habitación. En las madrugadas, cuando regresaba al hotel, se le oía gritar desesperadamente: "¡Que alguien me ayude!". Los vecinos se quejaron y le pidieron que se marchara. Susurraba que las dosis estaban funcionando y que pronto todos dependeríamos de sus medicamentos.

-¿No tenía a nadie con quien hablar de eso? Qué extraña era. De veras que perdió la cordura.

-Viajo sola, por lo que supe. Tal vez extraña, pero puede ser creíble, experimentos secretos del gobierno. Tú no sabes cuantas cosas no salen a la luz pública.

-¿De verdad piensas que esa historia es cierta, Antonio?

-La verdad no lo se, Elena, yo no me voy arriesgar, y es por eso que yo no viajo solo.

3 comentarios:

Jessisrules dijo...

Interesante, me gustó. Me puso algo paranoica sobre viajar sola, la verdad a mi tampoco me gusta.

Gabriela Valdivieso dijo...

Jajaja, me gustó que me lanzaste a Alemania! Me dieron ganas de saber más! Sentí un estilo nuevo, Sam, genial saborearlo. Danos más =)

José Leonardo Riera Bravo dijo...

Me gustó mucho!! El estilo de narración, la historia como tal!

Lo haces parte a uno de la conversación.

Me sentí como quien escucha una conversación ajena y hace lo posible por saber todo al respecto. Pero, como buen chismoso, uno no se entera de todo "tal y como es" y queda hambriento de más información! jejeje

Me sentí parte del cuento! jejeje Y eso me alegra mucho! Gracias y felicitaciones!! :D