domingo, 18 de abril de 2010

Bala Con Alas De Mariposa: un acto


Now I’m naked, nothing but an animal

But can you fake it for just one more show?

-Billy Corgan.



FADE IN:

EXT. CALLE POST-COLONIAL. TARDE.

CLOSE UP: Los techos de una ciudad colonial moderna, a medio camino entre una metrópolis europea y una urbe decadente cyberpunk. Si hubiese más luces de neón, humo y tensión en Buenos Aires, se vería así. Vamos volando por un cielo gris, ha llovido y más lluvia se prepara. Nos acercamos al suelo, sobrevolamos las azoteas y nos acercamos a la ventana de un EDIFICIO GRIS. Parece una fortaleza residencial, un lugar diseñado para que los habitantes consigan todas las comodidades sin tener que abandonar la estructura.


INT. RECÁMARA. TARDE.

Hemos entrado por la ventana y ahora vemos a un dormitorio. Un huracán ha dejado al lugar en ruinas. En una peinadora hay DIVERSOS ARTÍCULOS regados: un teléfono Blackberry, chicles de menta, llaves, billetera, un bolso. Es por el ESPEJO de la peinadora que vemos a las dos figuras en la cama. ELLA está acostada en posición fetal, mirando hacia la ventana abierta. Se ha cubierto con las sábanas hasta las axilas; un escote improvisado. ÉL está reclinado en el espaldar a su lado, las sábanas le cubren hasta la cintura. Por debajo de las sábanas, la montaña de una de sus rodillas dobladas hacia arriba sobresale.


ÉL

¿Sabes que mi papá me aconsejó no enamorarme de ti?

ELLA

(está distraída meditando)

¿Qué?

ÉL

Mi viejo. Me dijo que, pasara lo que pasara, no me enamorara de ti.


Mientras ella se voltea sorprendida hacia él, también lo hace la cámara y ahora dejamos de verlos por el reflejo en el cristal y los vemos “en vivo”, acostados. Ella ha volteado la mitad de su torso hacia él, dejando que las sábanas caigan hasta su abdomen. Él parece invulnerable a su desnudez.


ELLA

(molestándose)

¿Le has hablado a tu papá de nosotros?

ÉL

Relájate, él…

ELLA

¿No te dije que no podíamos decirle a nadie?

ÉL

(le pone una mano en el hombro)

No va a decirle nada a nadie. Ni siquiera vive aquí. No es un agente de la Gestapo, no va a salir mañana en la prensa.


Ella parece aceptar la explicación. Hay una ligera mirada de melancolía en sus ojos. Vuelve a su posición original, cubriéndose otra vez. Él apoya uno de sus codos sobre su rodilla y se lleva la mano de ese brazo a la barbilla.


EXT. CALLE POST-COLONIAL. TARDE.

Estamos a nivel del pavimento, justo por encima de un charco. Sobre la acera, frente a nosotros, hay un quiosco y un HOMBRE de barriga envuelto en un suéter está sentado en un banco de madera, junto a la prensa. De trasfondo, tenemos a la Fortaleza Residencial. Cae una gota. Luego otra. EMPIEZA A LLOVER.


INT. RECÁMARA. TARDE.

Ella ha cerrado los ojos y pareciera que se ha quedado dormida. Él también ha cerrado los suyos y vemos el subibaja de la respiración en su abdomen. El fondo sonoro es la LLUVIA.


ELLA

¿Y qué piensas tú?

ÉL

¿De qué?

ELLA

De lo que te dijo tu papá.


Él abre los ojos y se rasca el rostro. Se echa la sábana encima y acerca su cuerpo al de Ella. La rodea con sus brazos y le besa el hombro. Ella sonríe.


ÉL

Creo que tiene razón.

ELLA

¿Ah, sí?

ÉL

Uhmjú. Me has demostrado que sólo soy un objeto para ti.

ELLA

(volteándose hacia él)

Exactamente. Eres un objeto con el que dreno mis deseos y te dejo a un lado.


Se besan, un beso largo, seguido por varios más pequeños. Juguetean, sonriéndose.


ELLA

(continuando)

Y cuando te necesite de nuevo, te busco.

ÉL

Lo sé. Te odio por eso.


Se besan de nuevo.


ELLA

¿En serio?


Él la mira a los ojos.


ÉL

Te odio.


Se observan durante varios segundos en los que, sentimos, son sus ojos los que están hablando por ellos. Ella vuelve a acostarse de lado y él reposa su cabeza sobre la almohada, acariciándole a Ella los hombros desnudos.


ELLA

Tienes una excelente manera de demostrarlo. ¿No te dijo qué tendrías que hacer si yo empezaba a enamorarme de ti?

ÉL

(con un acceso de risa irónica)

Por favor.


Ella vuelve a voltearse hacia él. Apoyada sobre uno de sus hombros, se miran cara a cara.

ELLA

¿Te cuesta tanto creerlo?


Él se apoya en su codo también.


ÉL

Ha habido semanas en las que no tengo noticias de ti. No sé qué te está pasando, no sé dónde estás, no sé con quién estás.

ELLA

Pero tú tampoco has llamado.

ÉL

Porque me figuro que quieres estar sola, que no quieres que yo esté por el panorama. Provocando al diablo.


Ella le acaricia el rostro y lo besa otra vez. Le aprisiona el labio inferior por un segundo entre los dientes.


ELLA

Pero si me encanta que me provoques…


Él la separa, sujetándola por el brazo.


ÉL

Estoy hablando en serio.

ELLA

¿Entonces por qué estás aquí?

ÉL

¿Por qué tú estás aquí?


Ella comprende que la discusión no está yendo a ninguna parte y su expresión retorna al borde de una sonrisa. Se levanta de la cama y va hacia la ventana, cerrándola. Él no le aparta los ojos de encima ni en ese momento, ni cuando Ella se voltea y toma una CAJA DE CIGARRILLOS de la mesa de noche junto a la cama.


ÉL

No voy a besarte si enciendes uno de esos.

ELLA

No me jodas, tú te lo pierdes.

ÉL

No, tú te lo pierdes.

(acostándose boca arriba).

Te recuerdo que fuiste tú quien me buscó a mí.


Ella detiene la moción, con el pitillo entre los labios. Se lo quita y pone toda la parafernalia de vuelta en la mesita. Se mete bajo las sábanas junto a él y lo abraza.


ELLA

Las cosas que hago por ti.

ÉL

Me conmueves.

ELLA

Cállate, no entiendes la magnitud de mi sacrificio.


El toma su barbilla y le levanta el rostro hasta el suyo.


ÉL

No me hables a mí de sacrificios.

ELLA

(cubriéndole los ojos con una mano)

Duérmete, anda.


Lo besa y, mientras lo hace, él la abraza. Ella besa sus labios, su mejilla y para en su oído.


ELLA

(susurrándole)

No te imaginas cómo me lamento de no haberte conocido antes. Eso habría cambiado todo, ¿sabes?

ÉL

Lo sé.

ELLA

¿Has pensado en los amigos que tenemos en común? Lo más probable es que hayamos estado en alguna reunión, en el mismo lugar los dos, y no nos hayamos hablado.


La imagen que estamos viendo ahora es del suelo de la habitación. Vemos la ROPA REGADA. Vamos en un paneo por todo lo que vestían. Ya no los vemos, pero los oímos.


ÉL

Me encantan tus reflexiones masoquistas

ELLA

Estoy involucrada contigo, una vaina que no debe ser. ¿Qué más masoquista que eso, dime?


Hay una pausa. Nos enfocamos ahora en los detalles de la peinadora y vemos parcialmente el reflejo de los personajes, difuminado en el espejo. La LLUVIA es ahora golpecitos en el cristal de la ventana.


ÉL

Sabes que estoy en una paradoja. Pienso que, hey, qué arrecho que esto esté pasando y tal y que el día de mañana ya no estarás y yo tendré libertad para ver a quién yo quiera. Pero, por otro lado, y en directa contradicción con el macho cavernícola que todos los hombres guardamos por dentro, no quiero que te vayas. ¿No es jodido eso?

ELLA

¿Por qué no quieres que me vaya?

ÉL

(lo piensa)

Porque quiero aprovechar cada oportunidad que tenga para molestar. Si te hace sufrir, yo me anoto.

ELLA

(vemos por el reflejo que ella le da un golpe suave)

Te odio.

ÉL

Yo también a ti.


La imagen ahora es de sus MANOS unidas. No están tomados de la mano, sus dedos no están entrelazados, sólo se acarician.


ELLA

¿Te imaginas lo arrecho que sería que tú y yo fuésemos novios? Tú eres así, todo calmado (bueno, en público por lo menos), y necesitas a alguien que haga escándalo por ti. Tú eres el carajo con el que yo siempre tuve que estar. Qué bolas que ahora es que te conozco, ¿no?


Uno de los dos suspira.


ÉL

Ley de Murphy, supongo.

ELLA

Lo más arrecho no es eso, sino cómo no he podido dormir las últimas tres noches, extrañándote.

ÉL

Como dijo el doctor Freud, “El amor romántico no es lógico. Es muy ilógico y pura emoción.”


Ahora la cámara está por encima de una almohada, ellos están cerca, pero los vemos fuera de foco, siluetas difuminadas.


ELLA

Te quiero, idiota.

ÉL

Yo a ti no, idiota.


EXT. CALLE POST-COLONIAL. NOCHE.

ZOOM OUT: Vemos la ventana cerrada y las siluetas de los dos acostados, abrazados, moviéndose. Conforme más nos alejamos, la lluvia entorpece la visión. Primero el FLASH de un relámpago y luego el rugido de un trueno. Ascendemos hasta estar otra vez por encima de las azoteas, arriba, arriba, hasta las nubes, donde sólo vemos las gotas caer hacia abajo.


INT. AEROPUERTO. MAÑANA.

Es el día siguiente y vemos a ELLA vestida en ropas oscuras. Está por abordar un avión y mientras camina a la rampa, se detiene. Mira a las personas. La melancolía que habíamos visto al principio del día anterior ha vuelto a sus ojos. La imagen se difumina.


INT. RECÁMARA. MAÑANA.

FADE IN: Es una habitación distinta a la que vimos en la escena principal. Al fondo, está ÉL, sentado frente a una computadora. Está tecleando y, mientras lo hace, la cámara se le posiciona detrás, por encima de uno de sus hombros, y va haciendo zoom a lo que está en la pantalla. Es un GUIÓN. El fondo sonoro es el TLAC, TLAC del teclado. En la pantalla se va formando una frase: “Y ESA FUE LA ÚLTIMA VEZ QUE LA VI.”


FADE TO BLACK.

FIN.


4 comentarios:

Victor C. Drax dijo...

Despite all my rage I'm still just a rat in a cage.


http://www.youtube.com/watch?v=1DowTH201wI

G. dijo...

En verdad te gusta ¿Cierto? xD

Veamos. Me gusta la forma en que narras, es diferente a las anteriores. Me gusta la perspectiva que tuve al leer e imaginar las escenas. Y me gusta el final, cosa que es muy extraña para ser uno que no es precisamente feliz.

Keep doing this, please. Sucess.

Andre dijo...

:) me gusta mucho ls escenas. Le da el toque!

Victor C. Drax dijo...

@Gaby: Sabes que de que sigo, sigo. Es la única opción.

@Andre: Me encanta que te haya gustado, que la imágen se haya pintado claramente. Gracias por leernos en LaL :)