lunes, 19 de abril de 2010

Las escamas verdes



Las cosas tristes tienen la odiosa constumbre de suceder cuando se esta rodeado de cotidianidad: regando las plantas, limpiando la casa, pintando una pared; debe ser por eso que uno nunca tiene que decir cuando le caen con piedras como esas:
--Katrina murió.


Lo que era un viaje de rutina a Miami, se convirtió en una paradoja. Katrina estaba enferma de leucemia y la familia no le habia dicho nada, se la llevaron de secreto al ¨St Judes Hospital¨para ver si la salvaban, pero en el interin Katrina se dio cuenta y en un ataque de pánico, el cancer hizo metastasis. en un mes estaba muerta.


Me enteré por Gabriela, que me llamó llorando a las dos de la mañana hora de Caracas. No solo me toco saber sobre su muerte, sino tambien sobre todo el complot para evitar que ella ejerciera su libre derecho de morir. De saberlo seguramente ella hubiera buscado a Ivan para una ultima y gran dosis de heroína, que se la llevara sin dolor y con una estela de humo al otro mundo sin tener que desahuciarse en un hospital de mierda, sin amigos y con una familia mentirosa. Me imagine la gran puteada que debieron haber sido sus ultimas palabras.


Tuve que dejar el desayuno por la mitad para ir a vomitar la baño. Katrina siempre tuvo mala suerte para las sorpresas, mi hermano y yo estabamos aconstumbrados a sus llegadas tarde, a sus caidas intempestivas, a sus candidas imprudencias. fueron esas pueriles constumbres las que nos sacaron de quicio cuando teniamos veinte años. Somos unos morochos con mucho tiempo libre, y en ese ocio mi hermano se enamoro de Katrina mientras yo me acostaba con ella.


Debió ser por ello, que se decidio que fuesé yo el que le dijera a mi hermano que su novia estaba muerta. No soy bueno con las buenas noticias, de modo que con las malas tengo una pesima suerte y una muy mala cara, no se fingir el dolor y menos aun disimularlo, Este era el segundo caso. Ivan amaba a Katrina, quizá por eso ella nunca tuvo el valor de revelarle que aun en estos ultimos dos años ella y yo seguiamos durmiendo juntos. Era extraño, pero yo tambien la amaba en alguna medida, como ciertas cosas que analizamos solo por el daño que nos causa, porque de esa manera tambien nos conocemos a nosotros mismos y esa tambien es una forma de amor. Es raro que yo la haya querido, en una manera mas dolorosa que mi hermano, y sin embargo menos intensa.


Todos decian que teniamos gustos iguales, craso error. Ivan adoraba el futbol y la pesca, yo amaba mis libros y mis tertulias, Ivan delira por un carro bien armado con todo listo para recorrer los terrenos fangosos entre los manglares que flotan cerca de la costa, yo solo tenia mis libros y nada mas. Katrina era el cordon umbilical que unia dos costas alejadas por una gran masa de agua, era su deseo el nuestro y a la vez, ajeno a todos nosotros. El delirio de Katrina por la heroina a Ivan le resultaba fascinante. Fueron esos lapsus en los cuales ella me buscaba, pero yo hacia que encontrara a Ivan. Ella nunca reconocia el cambio. Bromas de gemelos.


Ivan llegó rascandose la cabeza. dejó el bolso sobre el sofa y se dejo caer sobre su cama. Estaba dudando cual seria el momento preciso para decirle que su novia (mi amante) estaba muerta. Ivan siempre pensó que yo tenia una amante en que vivia en Altamira. En realidad en Altamira estaba el hotel donde me refugiaba con Katrina entre una dosis y otra. Me esperaba en una esquina de la plaza hasta que me veia llegar, entonces caminabamos al unisono cada uno en una acera distinta, separada por los carros y sus filas de humo, me miraba y yo volteaba mi cabeza. no nos juntabamos hasta llegar al lobby del hotel. Le encantaba que el recepcionista pensara que era una puta.


Habia llorado poco. Solo recordaba las imagenes vacias de una chica de ojos verdes y cabello negro, gordita y peligrosamente impudica, que no llevaba ropa interior bajo su falda y se quitaba el sosten cuando llegaba a la casa, en la sala frente a todos. me volvia loco el imaginarla consumida por el cancer en la cama de un hospital. Era esa ultima escena la que me robaba las lagrimas, como si un rio se hubiera tragado su cuerpo, su sonrisa y hasta lo verde de sus ojos. Que bueno que fue solo un mes.


-- ¿Sabes algo de Katrina?


Mi hermano me miraba con los ojos huecos. su incertidumbre no le hacia adivinar mi propio universo de lagrimas. se sentó a mi lado y prendió un cigarrillo:


--Todo el mundo anda con un misterio con Katrina. Nadie me quiere decir como esta, ni donde esta. Llamo a donde su familia en Miami y nadie agarra el telefono. ¿chamo, sera que le paso algo?


esa ultima frase me la dijo alarmado mientras tocaba mi hombro. Creo que fue esa reaccion la que desencadeno los acontecimiento siguientes. Cuando Katrina se desnudaba, gustaba de sumergirse en las sabanas y contonearse bajo ellas como si fuera la segunda piel de una serpiente, me sacaba la lengua y me convidaba a su desenfreno. Yo me acercaba con sigilo porque ella era un animal de cuidado. Todavia me late la ultima cicatriz que me marcó con la uñas, me la hizo cuando le llame puta en una ultima venida. Le gustó y esa era su manera de dibujarme su deseo en la piel y contagiarme de sus escamas verdes. Mi serpiente.


- ¿quieres saber lo que pasó con Katrina? le dije, ya presa de un proximo llanto.


Mi hermano se alejo con espanto de mi. Seguramente ya Gabriela la habria adelantado algo sobre su enfermedad, pense que me habria abonado el terreno. Grave error, la cara de espanto de mi hermano no me daba margenes para mayores reparos, debia ser ahora o nunca pero me asalto el secreto de Katrina como una picadura y lo unico que se me ocurrio decirle fue:


- Ivan, esa puta se casó con otro en Nueva York.


La cara de mi hermano paso del espanto a la sorpresa mas absoluta:


- ¿como es la vaina?


A partir de entonces, mi historia no culminaba con una Katrina rodeada de ratas es un hospital judio, dejandose morir de soledad, sino en una Katrina cuyo cuerpo estaba siendo montado por un nigga del Bronx con el cuerpo cubierto de tatuajes y con la espalda atravezada por un agujero de bala. Me gustaba mas mi versión de la historia, era un reflejo mas real de la mujer que compartia con mi hermano. Una vez mas, el cordon volvia a unirnos.


Pasaron varias semanas y poco a poco, entre rasca y rasca mi hermano volvía a la cotidianidad. De vez en cuando se encontraba con algún amigo en comun, pero nadie tocaba el tema y si lo hacia, era en códigos que mi hermano no podia decifrar, para él Katrina era un puta, no una victima del cáncer. A veces llegaba totalmente desorientado con los comentarios que oía en la calle, yo me hacia el desentendido y cualquier pregunta yo cerraba con un firme:


- ¡nah! era una puta.


Y ahí moría el tema. Sin embargo, a veces, cuando estaba solo en la oscuridad de mi cuarto podia ver a Katrina asomarse por el jardin común del edificio, con la ropa de diario, paseando a su perro, como un espejismo oculto entre los vidrios de las casas o en el secreto reflejo de la luna sobre el rocio. Podia escucharla reir entre los movimientos sordos de mi cama y su piel impresa sobre las sabanas. Mis ojos fueron testigos de su dicha, yo le observaba la muerte en secreto cuando veía su fantasma entre sueños, huyendo lejos de nosotros.


Dos meses despues decidi contarle la verdad a Ivan. Fue cuando me enteré que Gabriela habia llegado de Miami a rematar las cosas de la familia en Venezuela y habia quedado en verse conmigo. Seguramente habia planeado verse con Ivan tambien, de modo que hoy en la noche le diria, al llegar de la universidad que Katrina se la habia llevado el cáncer y que yo era un hijo de puta por haberle mentido durante dos meses. Me preparaba para la golpiza de mi vida.


estaba subiendo las escaleras del edificio cuando sonó el celular:


- ¿aló?


_ mira, imbécil. ¿tu no le dijiste a tu hermano que mi prima se había muerto de cáncer?!


No supe que decir. Una vez mas fui derrotado por la interrupcion de la fatalidad en mi vida de hombre tranquilo de 23 años. Ella prosiguio:


- Dejó un mensaje en la contestadora de mi tio. ¿como que Puta?


No recuerdo lo que siguio despues. un millon de imagenes y sudores se me vinieron de golpe a la cabeza: mi mentira, el secreto, los encuentros, el veneno sembrado en el corazon de mi hermano. Escuchaba las voz de Gabriela pero veia, frente a mi, a la imagen del fantasma de Katrina, corriendo lejos de nosotros. Lo unico que escuche decirle, antes de que arrojara su telefono fue que le contó la verdad a Ivan y que este iba saliendo para mi casa.


Me abalanze a correr por las escaleras. Debía llegar antes que él para preparar a mi mama, para contarle que le había mentido a mi hermano y que si este hacia algo que ella no se metiese a separarnos porque era un duelo de hombres y todas esas cosas que uno piensa cuando está a punto de morir.


cuando abrí la puerta, mi hermano estaba ahí.


Esperandome.

5 comentarios:

Victor C. Drax dijo...

¿Sabes algo, Noelia? Es en casos como este, en el relato largo, donde te veo brillar. Tienes una voz característica, surgen cotidianidades y, porque se parece a la vida real, a uno le llega, te sientes como que "sí, esas vainas pasan."

Muy bien, muy bien. I like.

Karim Taisham dijo...

=) wow! Vic, no tienes ni idea de lo mucho que me gusta que comentes mis textos, debe ser porque entre los miembros del grupo eres uno de los que mas admiro.

En realidad no se me da bien el relato corto, a pesar de que en word este no supere las cinco cuartillas, la brevedad del blog me obliga a ser mas breve de lo que realmente quiero ser.

La verdad es q dudo que a alguien le haya pasado algo como eso, pero me imagino que mas de uno le debio haber mentido al amigo, o al hermano para no joderlo con la verdad. A mi me ha pasado.

una vez mas, gracias por leer.

Jessisrules dijo...

Intenso Noe, intenso. Se me puso la piel de gallina. Tremendo.

Gabriela Valdivieso dijo...

WOOOOOOOOOW

increíble, noe, estás afilada, qué gran cuento. qué bien contado. Leí apresurada, nerviosa, intrigada. Me moviste como quisiste. Y tus recursos! el cordón, las esperas. Te has pasado.

De verdad, asombro rotundo, estás escribiendo fantásticamente. Leerte ha sido gustoso en extremo. BRAVO CHAMA BRAVOOOOOO

Anónimo dijo...

Noeeeeee! me gustó esto. Me lo comí en nada, era como adictivo o_o de verdad.

Gaby Jr