jueves, 17 de junio de 2010

Mariana

Por Andrea Gómez

Siempre se me ha hecho fácil, a la hora de escribir, crear los personajes. Ellos son quienes a lo largo de la historia me narran al oído sus acciones. Me cuentan cómo son, qué hicieron y por qué. También me describen el lugar y son ellos quienes deciden su destino.

El personaje de esta historia también se creó solo, su problema es que es mitómana. Ella se llama Mariana y comenzó contandome que fue secuestrada cuando tenía quince años por el caballero oscuro y que en menos de dos días el caballero de la luz la había rescatado y regresado a su castillo. Pasaron tres años y el caballero de la luz, quien se hacía llamar para ese momento Jack, le pidió matrimonio, Mariana aceptó. Se casaron en una caverna oscura, su traje de novia estaba hecho con partes de piel de mamut y Jack caminaba por el altar desnudo.

Para su luna de miel fueron a Atenas, pasearon por el ágora y hasta se encontraron con Sócrates quien les preguntó una serie de cosas bastantes extrañas. Conocieron el Partenon y comieron el mejor rissotto del mundo.

Ya entenderán por qué se me hace tan difícil escribir una historia sobre Mariana Y Jack. Ella simplemente habla y cada cosa que me cuenta es más absurda que la otra.
Jack le pidió a Mariana que se fueran a vivir a una comuna que quedaba en las afueras de NYC. En ese momento Estados Unidos estaba en plena guerra con Vietnam y había un grupo de jóvenes que se hacian llamar hippies. Mariana no recuerda nada de esa etapa de su vida. “Dicen que si recuerdas los 60 es porque nunca estuviste ahí”, y se reía.

-No me gusta esta historia, Mariana, te voy a ser sincera. Voy a borrar toda tu historia.
Oí un grito muy agudo en mi cabeza y abrí los ojos.
-Está bien, Mariana, nuestro único modo de comunicación es esta hoja, no vuelvas a tratar de romperme los oídos.
-Está bien, perdon.
-Lo siento, pero tu historia no tiene sentido, no es ni buena y esto va a ir a un blog donde todos mis amigos lo puedan leer. Van a creer que estoy loca, lo siento, Mariana, pero tu historia es absurda.
-Antes de que hagas algo te puedo explicar que no es mi culpa. Nunca me creaste un contexto ni un espacio-tiempo. Mi historia puede ir hacia donde me dé la gana, esto es tu culpa y no mía. Mientras me creabas dijiste que yo podia inventar mi propio destino y no me pusiste límites. Yo viajo a través del tiempo y nadie puede afirmar lo contrario, total, vivo en tu cabeza.
-O sea que hay que delimitar el espacio y año de tu personaje para que no ande paseando por las épocas… no se me había ocurrido. Bueno esa es tu historia, Mariana, espero que la pases bien en la tierra prometida. Por otro lado, en el mundo real, litrómano, debes litimar a tu personaje. Ponle una epoca, un año, un día, si quieres también una hora. No dejes que se escape y cuéntanos un pedazo de la historia a traves de él.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Blogger es deprimente; había hecho mi comentario y me lo borró -_-

Te decía que me gusta mucho tu texto, porque no tiene lógica aparente y te atrapa en las dos primeras líneas. Muy bueno Andre, muy bueno.

Gaby Jr.