martes, 24 de noviembre de 2009

Yo nunca


“Yo nunca… ¡Ya sé! Yo nunca he ido a ningún lugar”. Todos mirarían curiosos para saber quién había paseado sin rumbo, sin compañía, sin nada. Yo, honesta por el alcohol, tendría que beber, encogida de risas, encogida de la pena no ajena de un día triste mal asumido.

Y es que yo nunca había ido a ningún lugar. Siempre había ido a algún lugar, con alguna persona. De ordinario uno va hacia algo. Pero ese día, ese tatuado día, salí hacia la nada. Manejé flotando lentamente entre gente apurada, ocupada. Manejé dilatando la ansiedad. Zigzagueé posibilidades para sumirme en el reino sin respuestas. Nadé, metro a metro, hacia el desencanto.

Llovieron más y más preguntas. Las preocupaciones se escurrían incesantes por el vidrio. Todo era dolor y duda. Caos y miedo. Manejé mi ser entre la bruma húmeda y oscura y me uní a la sinfonía. Así, la lluvia externa e interna inundaron el vacío, hasta que, difusa, caí en aquel mar y reposé. Aquella calma estuvo próxima a cerrar mis ojos, pero el destello de amor y futuro los abrió y me sustrajo de aquella penumbra.

Todo esto evoqué, con aquel trago amargo de fiesta oxidada, pero reí. Al principio sin sentido, luego por una profunda sensación de gracia: me reí de mí misma y mi drama. De mi capacidad de mitigar la luz y examinar el dolor.

Entre risas, prometí en mis adentros nadar hacia la nada cuando necesitara, pero con la claridad de una conciencia amada, de un hilo valioso intransferible. "¡Salud!", celebré publicamente. En honor a mi compromiso conmigo.

6 comentarios:

Moises Larez dijo...

Tu historia me perturba, me deja anonadado, confuso, ciego y sin guía. Siento que es un poema que expresa demasiadas cosas con unas imágenes bellísimas. Tan bellas que como las ninfas pueden cegar a sus lectores. No sé por dónde empezar armar lo que me cuentas, no sé si el final es el comienzo o si el final hace honor a su nombre siendo de último. Por eso me siento perdido. Pero, ¿a quién le importa estar perdido en un laberinto de ricos chocolates y lagos de sirop de caramelo? A mí no y me encanta estar atrapado ahí.
Sobre tu última frase, no tengo palabras. Te felicito. Espero que nos veamos pronto y nos cuentes más de eso. De verdad me hace muy feliz. Gracias por perderme en tus letras, y volveré a leer esto tres veces más, para ver si termino de emborracharme de hermosa poesía.

Gabriela Valdivieso dijo...

Santo cielos, no sé qué decir. Sólo te agradezco una y mil veces esas palabras tan trascendentes! Es que ese día se mezcló todo, de allí lo confuso.
Uy, yo me encargo entonces de releer tu comentario mil veces para agradecer de nuevo a la vida pertenecer a este grupo que sólo me hace crecer. Gracias, moi! Miles de ellas!!

José Leonardo Riera Bravo dijo...

Amo la poesía... amo esto.

Victor C. Drax dijo...

"Nadé, metro a metro, hacia el desencanto."

Esto es prosa de calidad, niños. Prosa de calidad.

Jessisrules dijo...

lo amé gaby, de verdad que sí. Hermoso. Las palabras sobran para hablar de lo sublime!

Gabriela Valdivieso dijo...

Qué gusto, amigos, que les gustó! No sabía qué despertaría!! Vaya que fue un día extraño, en un cosmos igualmente extraño...