lunes, 24 de enero de 2011

Terminé; me terminaron así.

Cuarto match del segundo contraletras
Gabriela C. vs José Leonardo: Yo terminé, a mí me terminaron así.



- Es que… -le dije- eres anormal.
- ¿Anormal es amarte y decírtelo, Ana?
- ¡Se trata de que quieras como los demás!


Su apariencia no delata lo monstruoso que resulta él. En todos los sentidos lo es. Su cabello, largo y enmarañado, no podía poseer el único fin de jalarlo al hacer el amor, y de acariciarlo una vez que el amor estaba hecho. Y su sonrisa, camuflada siempre entre la ternura, sólo podría significar una cosa: te lo dije.


- Yo te dije que no sería fácil, pero que sería.
- ¿Que sería qué? ¿Qué es esto?
- ¡Ana, esto somos tú y yo!
- ¡No me digas Ana!


Avanzó hacia a mí y me dijo algo de una forma educada y respetable. Siempre tuvo esa manía de ser amable. ¿No es eso anormal? Es tan anormal que no estuve preparada, ¿Qué puedes hacer tú ante una persona que te trata bien y te respeta? ¡Como están las cosas, o te enamoras o pierdes!


- Ani, yo te amo. De verdad. Las demás no importan.
- Si no importan, ¿por qué estuviste con ellas?
- Nunca estuve con ellas, en cada beso, en cada caricia, estuve contigo. Tú eres parte de mi alma. Mi alma es más tuya que mía. Nuestra unión es tan sublime… jamás te he sido infiel, siempre he sido fiel a nuestro sueño. A nuestro amor.


Debo aceptar que lo de artista me llamó la atención. Ahorita hay hombres obreros, doctores, ingenieros, y muchos más, incluso, sin oficio; un artista, con éxito en su trabajo, era sencillamente exótico a mi parecer. Y apoyé su sueño, pues yo nunca tuve uno. Y él se hizo, no sólo mi sueño, sino también mi realidad. Vi cómo crecía. Y mientras más lo hacía, más pequeña me sentía. Sí, fui feliz en cada uno de sus triunfos, pero sabía que lo estaba perdiendo. Que ya no era mío, ahora era de su público, de su trabajo.

Viajó a otros países, y viajó a otros cuerpos. Yo siempre recordé, en aquellos momentos, su historia del ave enjaulada. Al principio, no deseé enjaularlo; al final, no pude hacerlo.



- Mi amor, todo esto que hago es por ti. Para llevarte a cenar, para llevarte al cine, comprarte un departamento, comprarnos un carro. Pronto esto y más será posible.
- ¡Yo no quiero un carro! ¡Yo te quiero a ti!
- Yo te amo mucho, Ani, pero no soy un objeto, lo único que puedes poseer de mí es mi alma. Y ya es tuya. Pero no puedo detenerme. Es nuestro sueño; y el mío también. Tú tienes lo único que realmente poseí alguna vez. Y te entregué mi alma porque tú la salvaste. ¿No te basta con saberte dueña de ella? No pienses en mis viajes, no pienses en aquellas mujeres que no han sido nada para mí. Tú eres la única persona que me importa. Te pido por favor que yo, y sólo yo, sea lo que te importe a ti. No te fijes en nada de lo que me rodea, pues todo es mentira. Mi verdad eres tú. Tú me amas, yo te amo, ¿por qué no podemos seguir juntos?

- Es que… -le dije- eres anormal.
- ¿Anormal es amarte y decírtelo, Ana?
- ¡Se trata de que quieras como los demás!


Terminé.
Así me terminaron.


Me quedo con la gente que no sabe de almas, que no sabe de arte, que no sabe de viajes. En fin, una vez que se hace el amor (y que el amor está hecho) terminar, y que la terminen a una, es algo totalmente normal.

4 comentarios:

Gabriela Valdivieso dijo...

Hey hey hey! Un momento!! Más o menos?? Muchachos! Dónde reportamos este ABUSO! Me parece im-per-do-na-ble cómo este pana nos bloqueó para siempre ideas y formas deliciosas. Ok que llegaste primero y tal, pero tenías que explotar la genialidad de las ideas?? Burda de rata, no?

O sea que ya no podemos hacer el juego de palabras de "hacer el amor" y "amor hecho". Noooo!! Ya JL marcó territorio. Adiós con eso. Ni lo pensemos.

Retirados quedamos del recurso de la repetición. Olvídenlo, ya alcanzó las frases: "No te dije que sería fácil, pero que sería.", "Viajó a otros países, y viajó a otros cuerpos".

Estamos obligados a alejarnos de este elixir: "Y apoyé su sueño, pues yo nunca tuve uno. Y él se hizo, no sólo mi sueño, sino también mi realidad."

Suenan las alarmas del copyright si se nos ocurre escribir que el muérgano infiel le lanza a la tipa: "no soy un objeto, lo único que puedes poseer de mí es mi alma
Te pido por favor que yo, y sólo yo, sea lo que te importe a ti. (no el otro pocotón de mujeres)"

No vale. De pana. No sé ustedes, pero esto me hace recordar la pauta de "Cómo matar a...."!!

"Chusma chusma ppppppppppppp!" contigo!!

Anónimo dijo...

Me gustó. Un poco triste, por él y su arte, pero así es la vida, ¿no?

Gaby C.

Anónimo dijo...

Estuvo excelente me gusto mucho espero ver mas el viernes, se ve bueno el evento!!!!

Jessisrules dijo...

Me gustó muchísimo JL! Grandes imágenes, aunque es una historia un poco triste. Ojalá no sea nunca la historia de alguno de nosotros