jueves, 16 de diciembre de 2010

Tres minutos fuera del agua

Noelia Depaoli
Segundo contraletras del primer match.
Jessica vs. Noelia: El otro lado de un amigo
(detrás de la fotografía o de la personalidad).






TRES MINUTOS FUERA DEL AGUA




sí, es mi abuelo. dije, sosteniendo algo en la garganta que oscilaba entre la sorpresa y el asco. –¿esta completamente seguro?.
completamente ¿seguro que esto es necesario?. Pregunte, con los ojos desmesuradamente abiertos.
sí, lo es. Comprenda que no es algo que nos guste, simplemente es nuestro trabajo. Usted mantendrá el trabajo de su abuelo, yo también hago mi parte ayudando al mio.
Aunque sean enemigos. contesté.
Son deudas que les toca pagar. Dijo, poniendose los lentes y guardando la foto en un sobre amarillo, juntos con otros documentos que no me enseño, pero que seguramente formaba parte de todo las atrocidades que relataba de mi abuelo.
el fue un hombre incomodo. Le dije, sin mucha convicción. Todavia digeria la noticia de las matanzas, sobre todo cuando recordaba aquella foto donde saliamos pescando en Rio Chico. Cuando era un rio inmenso, lleno de peces y todavia volaban sobre nosotros los flamingos y uno podia sostener con las puntas de los dedos las plumas que caían del cielo. Miré al hombre de los lentes mientras me estiraba la mano para despedirse.
Sabe que el no era un asesino.
– No es algo que nos toque juzgar, señor Demjanjuk. Buenos dias.


Mi abuelo era un nazi, pero no me lo dijeron hasta el año 2001, cuando la paranoia estadounidense buscaba a los enemigos detrás de las sombras de las rocas o escuchaba las voces terroristas en los murmullos de las palmas. No me tocaba juzgar a uno de los últimos cazadores de nazis de Brasil, comprendia su labor: vengaba a su abuelo o a todos los abuelos judios y el mío tuvo un trabajo muy ingrato. Supongo que el deber era algo que había unido con la ética o con el amor a la patria, que se yo. Pensaba que era un viejo sano, un poco orate en los últimos años, pero un viejo bueno. Incluso cuando fuimos a pescar a Rio Chico, me dijo que a los peces había que sacarlos rápido del agua y luego estamparlos contra el suelo o una roca, porque así sufren menos que cuando se asfixian por estar fuera del agua.


tres minutos, tardan en morir. Me dijo, mientras los ojos de un bagre estallaban contra la arena.


Ayer vi su foto de cuando tenia 20 años, en su época de estudiante de medicina en la Universidad de Bonn, en un pueblo cerca de Frankfurt, cuando todavia la vida era buena con la gente joven del norte de Alemania y el norte de Polonia. Yo no sé en que momento perdió el rumbo, o lo encontró, si fue en el 44 cuando se unió a las juventudes Hitlerianas o cuando conoció a mi abuela, una polaca de ojos tristes.


Hoy vino a visitarme un cazador de nazis.


El anciano se contuvo. Al fondo sonaba una tetera que cantaba su canción de agua caliente, el reloj dejaba caer sus horas y en un rincón dormia el viejo Retriever de doce años que se mea encima de una colcha de lana.


No les hable de ti, pero saben que estas en Caracas. ¿ahora que vas a hacer?.

El viejo se paro del sofa y fue a apagar la cocina. Saco de un cajón el sobrecito de té y lo puso adentro de una taza de plastico, tomo la tetera por el mango, el agua caliente salpicaba la mesa y sus manos temblaban como un papel pergamino. Pronto serán las cinco de la tarde y el sol se despedirá de nosotros. Recordé aquella tarde en la playa, cuando bajo nuestros pies los peces jugaban sobre las rocas y la luz escarchada del sol brillaba sobre el cuenco de plata que eran nuestras redes desnudas bajo el agua.


Mi abuelo comenzó a llorar y le temblaban los labios, pero en mi cabeza solo tenia lugar el vuelo rosado de los flamingos y el canto sordo de las garzas. En el pecho de mi abuelo late su corazón de arena y flotan los ojos de los peces estrellados contra las rocas, contra los muros, entre los gases y los alambres de púas.


Dime que vas a hacer ahora, dime abuelo, dime que vas a hacer.

4 comentarios:

Jessisrules dijo...

Tremendo Noe, me encantó de verdad. Súper interesante, no sé cómo se te ocurrió esta historia. Genial!

P.D: empiezo a ver un estilo tuyo que emerge, con elementos históricos y bien construidos. Me gusta

Karim Taisham dijo...

=o

muchas gracias Jess, de hecho la historia la habia pensado desde anoche. pero hoy pude plasmarla.

finalmente.

Gracias por aquello del estilo =)

Gabriela Valdivieso dijo...

No puedo entender cómo se te ocurrió esta idea, me parece genial que hayas decidido tratarla. Eres una osada!
Disfruté mucho las frases del reloj y la tetera y me encantó la analogía de los peces, como el título.
Descubrí aquí que tu ámbito de ufff genialidad es la narración. Me pasó que involucré tanto con el diálogo. Lo suprimiría totalmente. En mi opinión es en la narración que vuelas y haces volar, Noe. Qué genial.

Me asombró mucho lo breve de tu relato. Es raro leerte así jaja, sí me faltó el concienzudo y sensible desarrollo que sueles darle a las tramas. Hoy me gustó, fue así, glup, delicioso e interesante! Pero ya te entiendo, no te midas en la próxima. Creces con cada línea! =)

Karim Taisham dijo...

Mas bien, yo pensaba que los dialogos me habian salido con naturalidad, pero si vos lo dices, te creo.
siii, lo hice breve porque necesito aprender a escribir breve, cuando lo hago suelo escribir finales abiertos o incompletos. Asi como si escribieras momentos de vida, ademas, para este reto decidi hacer un texto breve como una fotografia.

como si capturara algo con un lente. Rapido =D

gracias por tus comentarios super amables, creo que por el silencio de Moi y Pau, que mi texto no gusto a todos jeje