viernes, 29 de abril de 2011

El espectáculo

Cientocincuenta son demasiadas palabras para narrar alguno de mis asesinatos. Escojo a la víctima; como a la última, joven que trabajaba cerca. La seleccioné para librarla de la condena de cruzarse conmigo y esquivar mi mirada todos los días. La amordazo, porque las mujeres no saben callarse, y ahí presencio el espectáculo:


Justo cuando mengua el horror, la piedad desciende hasta nuestro encuentro como una hoja recién desprendida del árbol. Se posa en los ojos de la chica esperando ganar. Lagrimea súplicas creyendo manipularme. Y yo disfruto sus intentos hasta que me aburro y la mato. Entonces la piedad se hace la horrorizada y huye, pero se va en realidad ofendida, molesta por no haberme conquistado. Ella se lo sigue tomando personal, ¡tonta! No es que no sea cautivante, es que el morbo y el olorcillo a sangre son invencibles. Y sin embargo, ella lo intentará nuevamente, la próxima vez.

3 comentarios:

G. dijo...

¡Gaby! Esto tiene el estilo de historias de Víctor, pero con tu ingenio para narrar y tus palabras. No esperé leer algo como esto de ti, pero aún así, ¡Excelente!

Jessisrules dijo...

Intenso Gaby, fuera de tu área de confort y sin embargo excelente. Me encantó

Gabriela Valdivieso dijo...

Gabi, Jessi, gracias!!

Jajaja, raro o qué? quién sabe de dónde nacen los cuentos, pero me están saliendo diferentes!!