jueves, 8 de octubre de 2009

Una entrevista... ¡Para morirse!

En un día cualquiera del mes de septiembre de 2009, en Venezuela, Leo Riera se encontraba en una marcha convocada en relación a la Nueva Ley Orgánica de Educación.

En un día cualquiera de Leo Riera, en el mes de septiembre de 2009, en Venezuela, Leonardo Bravo se encontraba trabajando en una marcha convocada en relación a la Nueva Ley Orgánica de Educación. Como buen periodista, buscó a un joven a quién entrevistar. Lo encontró. Luego de preguntarle el nombre, le apuntó su arma al rostro y preguntó:

Leonardo Bravo: Dinos, Leo, ¿Por qué estás marchando hoy? ¿Apoyas a la Ley Orgánica de Educación?

Leo Riera: Bueno, desde el punto de vista del escritor puedo decir que…

Leonardo Bravo: Ah, ¿tú eres escritor?

Leo Riera: Sí, en efecto, lo que implica que…

Leonardo Bravo: ¿Desde cuándo eres escritor?

Leo Riera: Desde que tenía doce años de edad, pero a los catorce fue que me lo tomé en serio y empecé a participar en concursos literarios que…

Leonardo Bravo: ¿Concursos literarios? ¿Has ganado algunos?

Leo Riera: Efectivamente, los concursos literarios son una gran oportunidad de hacerse un nombre en el mundo editorial y de crecer en ese sentido. He ganado el VI Concurso Anual de Cuento Breve y Poesía de la Librería Mediática, el Premio Municipal de Ciencia Tecnología “Dr. Humberto Fernández-Morán” y el I Rally Metropolitano de Escritores, pero en este último…

Leonardo Bravo: ¿Y qué escribes tú?

Leo Riera: Bueno, yo me considero un escritor integral. Escribo poesía, ensayo, narrativa y dramaturgia; tres de esos géneros me han dado los premios anteriores. Aunque valdría la pena destacar que posiblemente…

Leonardo Bravo: Pero, ¿Por qué escribes tú?

Leo Riera: Bueno, desde pequeño quise tener el control total del mundo. Sí, siempre me he caracterizado como una especie de villano-dictador. Lamentablemente, siempre fui un debilucho que por medio de la fuerza y la violencia no podía conseguir sus objetivos. Es por tal razón que hice de la palabra mi mayor arma (siempre encontraba la manera de convencer para que no me golpearan). Y, efectivamente, usé la palabra para tener el control total del mundo, de mi mundo. Por supuesto, esto podría ser…

Leonardo Bravo: Entiendo. Más allá de eso, ¿cómo es ese mundo que quieres controlar?

Leo Riera: Caramba, soy un revolucionario, amigo. Yo produzco los cambios, no los mantengo. Puedo decirte que quiero un mundo en el que todos se ayuden. Un mundo en el que todos sean intelectuales. Un mundo en que todos seamos iguales. Pero te estaría mintiendo, pues no es del todo cierto lo que digo. Probablemente querría ser el que más ayuda (o el más ayudado), o querría ser el más intelectual, o querría ser el mejor entre los iguales. Pero, más allá de mi orgullo, quiero un mundo en donde nadie destruya a nadie, pues considero que…
Leonardo Bravo: ¿Más allá de tu orgullo? ¿Eres orgulloso?

Leo Riera: Es una pregunta que muchos de los que me conocen responderían con un sí. Y, afirmativamente, me considero muy orgulloso, y soberbio. Pero en el buen sentido de la palabra. Pues cuando miro a mi alrededor veo muchos “indigentes” que dicen que no son nada porque son pobres, porque viven en un barrio, porque están solos, porque están enfermos, porque nadie los ayuda, etc. Y yo, a pesar de todas y cada una de estas penas y/o cargas, he logrado alcanzar lo que he querido. Yo estoy orgulloso de ser lo que soy, en todos los sentidos. Y soy soberbio al afirmar que si otro no es igual o mejor a mí es porque no quiere. Y es precisamente porque creo que…

Leonardo Bravo: Es una visión bastante controversial… ¿Cuál es tu visión al escribir? ¿Sobre qué escribes?

Leo Riera: Jajaja te va a sonar a canción de reggaetón, pero yo escribo sobre el amor urbano. El amor incoloro, insípido, inodoro, un amor invisible, inerte. El amor al yo, al yo que quiero ser, al yo “que no pude ser”. Amor al otro, amor al que quiero que sea el otro, amor al otro que no puede ser. Yo escribo sobre un amor en coma que nunca es desconectado. Y escribo de los hombres que, por una u otra razón, siguen conectados en un coma que, al parecer…

Leonardo Bravo: De los hombres… O sea, todos estamos en coma y tú eres el doctor…

Leo Riera: No me refiero a eso, yo también estoy en coma…

Leonardo Bravo: ¿En coma? ¡Tú deberías estar en punto y final! ¡Ah no, pero el señor es escritor y todo lo que dice es la verdad!

Leo Riera: Te equivocas, es simplemente lo que creo, y te recuerdo que tú eres el que lo está preguntando.

Leonardo Bravo: ¡Preguntando un coño, chico! ¡Tú lo que eres sendo mojoneado!. ¡Por eso es que los matan!

Leo Riera: No se puede matar a quien yace muerto.



Instantes después, al mirar hacia el piso, todos quedaron sorprendidos y callados sin saber cómo murió Leo Riera.

1 comentario:

Gabriela dijo...

A mí me pareció una pauta ingeniosa, creativa y divertida. Aplauso de mi parte!!

Estoy a dos horas de rematar al autor, sin embargo!!