martes, 13 de octubre de 2009

Mordida (primera parte)

Leo Riera entró a la panadería. Pidió dos canillas y murió al instante.

Dos días antes.

Victor Cuotto Drax estaba descansando en su casa de una intensa jornada de su Facultad de Derecho. Ese día decidió prender la computadora y ponerse a revisar el Facebook, como siempre hace cuando está muy cansado. A las once y media de la noche Víctor estaba acomodando todas sus cosas para irse a dormir, esperando volver a la rutina penal del día siguiente. Pero mientras se acomodaba, en el momento en que sacudía su cama de las micropartículas de polvo que hora a hora se quedan pegadas en la cama, en el instante en que daba una estocada con su sábana a los pobres ácaros indefensos, repicó el teléfono de su cuarto. Era muy extraño que sonara el teléfono a esa hora, pensó. Así que dudó en contestarlo. Vio el reloj y se fijó detenidamente en cómo los segundos avanzaban. Pensó en que sería algún compañero de la Facultad para preguntarle algo con respecto a alguna clase del día, pero no. Sus amigos siempre lo contactaban por Messenger y su sesión aún estaba abierta. ¿Quién será?, seguía pensando y seguía sonando el teléfono. Iban catorce repiques. Entonces contestó. Era Paula.

En el colegio, Andrea Gómez se pregunta en sus ratos de ocio por qué los edificios del Centro San Ignacio no cambian de colores de día como si fueran un gran arco iris, otras veces se va a hablar con algunas amigas de cosas de amigas. Otras veces, las mejores veces, se va sola por los jardines de su colegio; entonces busca un árbol frondoso y se sienta debajo, luego saca una novela y se imagina quedarse dormida y que despierta en un mundo aparte, dentro de la novela donde pasa ratos maravillosos, perfectos, mágicos hasta que viene a despertarla su hermano. Pero su hermano no estudia en el colegio ya. Sólo se lo imagina para que cuadre con la otra historia. Ese día de camino al árbol, Andrea vio una araña azul con naranja. Le pareció sicodélica. La araña no le hizo nada y ella tampoco. Aunque Andrea sintió una cosa extraña cuando la vio. Se echó en el árbol, sacó su libro de turno y empezó a leer y a quedarse dormida. A vivir fantasías en un mundo de ensueño. Todo era mágico, perfecto. Hasta que empezó a sentir movimientos en su pie, sentía que la estaban jalando. Luego le agarraron las manos. “Ya, Luis, déjame dormir, déjame dormir…”, dijo Andrea. Pero la seguían jalando. “Despiértate, Andrea, ven conmigo urgente” escuchó de la voz de una mujer. Abrió los ojos y vio a una mujer, una amiga que no había visto en mucho tiempo y que hubiera sido la última persona que se hubiera encontrado en un jardín del San Ignacio. “¿Cómo entraste, Noelia?”. Fue lo primero que dijo Andrea un poco extrañada y recién salida de un mágico sueño.

- Víctor, el chivúo regresó de Belice. Sólo te advierto eso. Está pendiente. Tús sabes cómo quedó aquel día que nos fuimos de los chinos. ¿Recuerdas?

- Sí, Noelia, se fue antes y no pudo conocerlo. Para entonces parecía un gran tipo.

- Sí, pero tú sabes que cambiaron las cosas después de que ella lo conoció. Ojalá Noelia no hubiera sido aracnofóbica.

- ¡Ya Paula! No menciones más eso. Tú sabes que él puede estar en cualquier lugar y nos puede estar escuchando. Hay que advertirles a los demás. Ahora voy a dormir. Gracias por avisarme.

Un día antes.

Un minuto después Paula escuchó que su celular anunciaba un mensaje. En la pantalla decía “Un mensaje de texto nuevo. El Chivúo”. No lo quiso leer inmediatamente y le dio a la tecla End. El teléfono sonó otra vez. Paula pensó que la estaban espiando. Se asustó mucho y miró por la ventana y sólo se escuchaba el bullicio caraqueño del este nocturno. Le dio más miedo y salió a ver a su tía. Ella dormía placenteramente. Salió del cuarto de su tía con mucho miedo y atravesando el pasillo entre cuartos vio el celular. El nuevo mensaje era de Andrea Gómez.

(...continuará)

4 comentarios:

Karim Taisham dijo...

hey!!!! me dejastes con ganas de mas!!!!!!!!!! jajajajajaja y es cierto, le temo a las arañas!!! XD. ¿cambiaron las cosas despues de que yo lo conoci? jajaja ayy no me endilges un romance con el chivuo!!!

Gabriela Valdivieso dijo...

JAJAJAJAJAJA!!
Wow, qué horrible cómo olvidé al chivúo!! Tenemos que volver al antro de los chinos y ligar para reencontrarlo!!
Ok ok, jeje esperamos la segunda parte jaja de pana da más que curiosidad!!

Guillermo Geraldo dijo...

Coño de la madre xD Si han hablado del chivúo y no lo conocí xD ¡Tengo que ver la segunda parte!

Andrea dijo...

jajajajaja Wao Moi! Que finooooo! Me encantaaa pero no nos dejes con la intrigaa!! Terminaloooo! jajaajja que buenoo es