Por Gabriela Valdivieso y Gabriela Valdivieso
–¿Jura decir la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad?
–Lo juro.
–Procedemos entonces: Señorita Gabriela Valdivieso, ¿un Seven up o una Seven up?
–¿Ah?, ¿que si quiero una Seven up?
–No, listo. ¿Cuál es tu canción favorita?
–¡Ah, ya entendí!, digo una Seven up, no un Seven up. Ajá, um, ¿y una canción? Siempre amé In my head, de No doubt. Es un poco extraño, pero me identifico con la sensación de desconfianza y estrés de la canción. Bueno, y ni hablar del ritmo, es enviciante.
–Ah, ya veo, ¿a qué le temes?
–Al hambre. Pero pensándolo bien no es propiamente al hambre, pues mal que bien se aguanta un poco. Mi aversión es hacia el desconocimiento del momento de comer o hacia la imposibilidad de hacerlo cuando realmente lo necesite. ¿Entiendes? Es algo así como que me llena de ansiedad pensar en quedarme sin comer y sin forma de resolverlo. De allí que siempre tenga alguna galleta María encima y que siempre esté previendo mis próximas comidas. Logro así evitar...
–¿...el miedo al miedo al hambre?
–¡Eso!, ¡eso es exactamente lo que tengo!, me aterra sentir ese terror por sentir hambre.
–¿Alguna curiosidad de tu cuerpo?
–(Se muerde la boca) Um... bueno, tengo muchas cicatrices de caídas, ¡ah, pero ya sé! ¿Curiosidades? Tengo un lunar con forma cuadrada en mi barriga. Es conocida en mi familia como mi bistec. Y tengo en la pierna una ¿mancha?, algo así, roja que siempre consideraré mágica. Si la presionas muy muy fuerte desaparece completamente y entonces reaparece sola. ¡Ah, sí! Y mi hermana descubrió que tengo un corazón en la frente, y es que cuando me recojo el cabello se ve clarito. La línea del inicio de mi cabello en el centro de la frente dibuja la parte superior de un corazón, ¿ves? (Se recoge el cabello y muestra lo descrito).
–(Risas) ¡Qué curioso! ¿Te identificas con algún personaje?
–Esa es fácil, ¡Amèlie! ¡Toda ella!
–Dime una pasión que tengas.
–Escribir, más, escribirme.
–¿Una adicción?
–La mayonesa (se apena).
–(Risas) ¿Y algún tema que te obsesione?
–La verdad.
–¿La verdad?
Vivo pensando y escribiendo sobre ella. Necesito, tarde o temprano, encontrar el modo de explicar al otro satisfactoria y claramente que la verdad es una, aunque las interpretaciones sean miles y aunque la dificultad por conocerla sea inmensa. Más allá de realidades evidentes, las no evidentes son igual de verídicas y tienen igual potencialidad de ser alcanzadas y comunicadas.
–Interesante, oye, veo que mueves mucho las manos, ¿tienes alguna otra costumbre peculiar?
–Sí, muevo las manos más o menos frenéticamente y hablo rápido... Ah, pero podría decirte que tiendo a inventar palabras y mezclar terminaciones. Sí, soy la Comunicadora Social que en su defensa de tesis dijo que la experiencia había sido muy "nutriciosa".
–(Risa) ¿Te has imaginado quién podrías haber sido en una vida pasada?
–¡De hecho! Desde cuarto año soñaba con que había sido nada menos que Sócrates, pero luego en la Universidad mi mejor amigo me dio una posible procedencia menos gloriosa: que yo era una lechuga, y que me comieron tan salvajemente que en esta vida no ingiero frutas, verduras o vegetales.
–(Risas) ¿De verdad…? Hey, olvidé preguntarte, ¿prefieres el papel lustrillo o el de construcción?
–¿Cómo? (Risas) Bueno, prefiero el lustrillo. Sus colores son más saturados, más fuertes, ¡más vivos!
–¡De hecho! Dime, ¿cuál es tu frase favorita?
–Tengo dos. Siempre me sentí muy cercana a una de Sócrates: "En vez de cárceles, escuelas". Y la otra es de Cesáreo Banderas, analista de la obra Don Quijote de la Mancha, dice: “Cervantes excluye lo sobrenatural porque incluirlo sería negar que la realidad es extraordinaria”. Estaré eternamente conmovida por estas palabras porque las creo desde cada fibra: la realidad es extraordinaria. En todo sentido.
–Espera espera, ¿qué tipo de luz prefieres, blanca o amarilla?
–¿Ah? Da igual. Bueno, no no, mentira. La blanca es genial para leer pero me he acostumbrado a la amarilla, creo que no podría tener todo de blanco. En parte porque duele mucho más la vista observar una luz blanca que amarilla, aunque también es verdad que…
–¡Ah!, ¿y tienes algo que no te quites?
–Sí, esta pulsera de tela. (Acerca la muñeca derecha) Es un regalo de mi persona.
–Dime una gran alegría de este año.
–¡Terminarlo en Venezuela!
–¿Una gran decepción?
–¡Shakira!
–(Risas) ¿Palabras que odias?
–Ecléctico, pseudo y onírico. También sinergia y alcance. Ah, y motivación, inconsciente y madurez. En fin, odio la jerga pretensiosa, corporativa y psicológica. Reconozco que he juzgado a personas en primeras impresiones por usar estas palabras.
–(Risas) ¿Y qué determina que una persona te caiga bien en una primera impresión?
–Es como emocional. Busco la energía. Me cae bien quien física y emocionalmente parezca sincero, abierto y cálido. Amo conocer gente habladora y comunicativa. Me encanta la gente que de alguna manera confía y busca empatizar. Es difícil de explicar.
–Creo entenderte (sonríe) ¿características recientemente descubiertas?
–De hecho, he descubierto mucho de mí últimamente. Siempre he sabido que soy como radical, pero no sabía que era tan determinista. A veces no veo tintas, no admito opciones. Otra cosa recientemente comprendida es mi desconocimiento y desinterés por el mundo real, por el día a día, por las noticias. Son cosas graves…
–Uy, ¿y algo positivo?
–He sentido que di un salto de penosa a osada. Ah, y creo realmente haber desarrollado algún tipo de inteligencia emocional. ¡Realmente me llena de alegría seguir descubriéndome!
–Dentro de los cambios, ¿qué permanece?
–Lo más arraigado: mi impulsividad, mi determinismo, mi rechazo a los cambios, mi capacidad para enrollarme, mi indiscreción y mi no tan aguzado sentido común. Pero también, por suerte, mi pasión, mi idealismo, mi afán por promover el bien y mi deslumbramiento con la verdad y el mundo.
–Por último, ¿un sueño?
–EL (entonación nítida) sueño es ver a mi familia y mis amigos felices, despertar cerca de Robi y comer papas fritas para siempre.
Se inclinó para levantarse y, ya de pie, su primer paso incluyó a ambas; a la que preguntaba y a la que respondía, a la infantil y a la reflexiva, a la creativa y a la impulsiva, a la dulce y a la apasionada… En ese instante, sonrieron. En el siguiente, también.
–(Risas) ¿De verdad…? Hey, olvidé preguntarte, ¿prefieres el papel lustrillo o el de construcción?
–¿Cómo? (Risas) Bueno, prefiero el lustrillo. Sus colores son más saturados, más fuertes, ¡más vivos!
–¡De hecho! Dime, ¿cuál es tu frase favorita?
–Tengo dos. Siempre me sentí muy cercana a una de Sócrates: "En vez de cárceles, escuelas". Y la otra es de Cesáreo Banderas, analista de la obra Don Quijote de la Mancha, dice: “Cervantes excluye lo sobrenatural porque incluirlo sería negar que la realidad es extraordinaria”. Estaré eternamente conmovida por estas palabras porque las creo desde cada fibra: la realidad es extraordinaria. En todo sentido.
–Espera espera, ¿qué tipo de luz prefieres, blanca o amarilla?
–¿Ah? Da igual. Bueno, no no, mentira. La blanca es genial para leer pero me he acostumbrado a la amarilla, creo que no podría tener todo de blanco. En parte porque duele mucho más la vista observar una luz blanca que amarilla, aunque también es verdad que…
–¡Ah!, ¿y tienes algo que no te quites?
–Sí, esta pulsera de tela. (Acerca la muñeca derecha) Es un regalo de mi persona.
–Dime una gran alegría de este año.
–¡Terminarlo en Venezuela!
–¿Una gran decepción?
–¡Shakira!
–(Risas) ¿Palabras que odias?
–Ecléctico, pseudo y onírico. También sinergia y alcance. Ah, y motivación, inconsciente y madurez. En fin, odio la jerga pretensiosa, corporativa y psicológica. Reconozco que he juzgado a personas en primeras impresiones por usar estas palabras.
–(Risas) ¿Y qué determina que una persona te caiga bien en una primera impresión?
–Es como emocional. Busco la energía. Me cae bien quien física y emocionalmente parezca sincero, abierto y cálido. Amo conocer gente habladora y comunicativa. Me encanta la gente que de alguna manera confía y busca empatizar. Es difícil de explicar.
–Creo entenderte (sonríe) ¿características recientemente descubiertas?
–De hecho, he descubierto mucho de mí últimamente. Siempre he sabido que soy como radical, pero no sabía que era tan determinista. A veces no veo tintas, no admito opciones. Otra cosa recientemente comprendida es mi desconocimiento y desinterés por el mundo real, por el día a día, por las noticias. Son cosas graves…
–Uy, ¿y algo positivo?
–He sentido que di un salto de penosa a osada. Ah, y creo realmente haber desarrollado algún tipo de inteligencia emocional. ¡Realmente me llena de alegría seguir descubriéndome!
–Dentro de los cambios, ¿qué permanece?
–Lo más arraigado: mi impulsividad, mi determinismo, mi rechazo a los cambios, mi capacidad para enrollarme, mi indiscreción y mi no tan aguzado sentido común. Pero también, por suerte, mi pasión, mi idealismo, mi afán por promover el bien y mi deslumbramiento con la verdad y el mundo.
–Por último, ¿un sueño?
–EL (entonación nítida) sueño es ver a mi familia y mis amigos felices, despertar cerca de Robi y comer papas fritas para siempre.
Se inclinó para levantarse y, ya de pie, su primer paso incluyó a ambas; a la que preguntaba y a la que respondía, a la infantil y a la reflexiva, a la creativa y a la impulsiva, a la dulce y a la apasionada… En ese instante, sonrieron. En el siguiente, también.
9 comentarios:
Me encanta conocerte!
Jejeje tengo el mismo miedo que tú!! Es horrible!! Y precisamente porque la he sentido horriblemente!! No se lo deseo a nadie!! De hecho, me ha dolido tanto el hambre que ahora que hablo de eso ya me está dando hambre! jajaja
jejeje recuerdas que la primera reunión del Rally de Escritores estabas sentada a mi lado camino a la Mansión Borges? Jajaja no sé cómo pudiste dirigirme la palabra! jajaja
Está fino el texto, bastante intimo, de hecho! ;)
opino lo miso que Leoncio y Andrea.
mamiii no entedi bien la pauta =(
¿Se acabo? ¡Joder! Me encantó, no quería que terminara, así como una libro, y acabas la última página y quedas huérfano de seguir leyendo cosas finas, bueno... quería seguir leyendo la entrevista =(
LA AMEEE! un tripeo de verdad, super íntima, dice Gaby por todos lados, y es una oportunidad "nutriciosa" de conocerte aún más! Love it!
Creo que comparto la opinión de todos. Me encantaría que existiera un video del primer día que nos hablamos allá en aquella Mansión. Sería interesante ver cómo fue nuestro primer contacto.
Me encanto! fue muy grato leerlo! :)
"He sentido que di un salto de penosa a osada" Dioosss de lo que me perdí, ahora si eres la mujer perfecta jeje! Un gusto leerte otra vez, yo abandoné un poco las letras aunque he seguido leyendo. Ahorita estoy con Neruda (recuerdas? Mi poeta favorito!) Sin duda, leerlo te renueva y leer esto, confieso me ha puesto nostalgico. Me he dado cuenta que sin querer te he extrañado bonita!
Sigue así y a ver si algún día volvemos a vernos. Saludos!!
Jotste! ;-)
Perdon la firma es: Jotate! Suponfo que sabes quien soy ;-)
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