Por Gabriela Valdivieso
Le pregunté a un fiscal cómo llegar a la felicidad y se quitó la gorra. Le pregunté a un viejo y señaló el cielo. Le pregunté a una niña y me dijo firme "¡por allá!". Seguí la directriz de su dedo índice y lejos, al final del mundo, encontré un lago.
Me incliné sobre su orilla y detrás de mi reflejo vi quién quería ser. Yo, pero vaporosa, libre, clara y estable. Como el agua. Anhelé sus formas. Deseé su fluidez y su pasividad. Su fuerza y su adaptabilidad. Pedí al cosmos ser más yo, pero más agua. Quise de ella su confianza y su continuidad. Su seguridad. Su certeza de que no hay camino infértil, de que no hay barrera o fin posible. Su convicción de que el camino recorrido es el correcto. Segura de que todo estará bien.
Y como ha dicho una luz, ver ese reflejo ayudó. Imaginar que pensaré que todo estará bien es empezar a pensar que todo lo está, en realidad. Es confiar. Es empezar a vivir el sueño. Es abrir las manos a la lluvia.
3 comentarios:
Me pareció muy lindo, muy poetico! Me gusta!! :) Me dejó enamorado... (suspira).
Gaby que linda! :)
Me encanto demasiado!! Muy especial, gracias! <3 u!
Cada dia quiero mas a este grupo!
¡Bien bonito! (L)
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