miércoles, 30 de septiembre de 2009

Sobre amor, letras, rock y Caracas


(o Primera entrevista hecha a Moisés Lárez)
(Por él mismo)

Veamos, Moisés, estudias Letras, una carrera que no asegura en tu país –y quizá en ninguno de Latinoamérica–una estabilidad laboral y económica. ¿Por qué?

Pienso que ninguna carrera en este país asegura nada. Quizá en unas carreras sea más fácil desenvolverse que en otras y quizá en algunas haya más demanda que en otras, pero creo que eso no es lo más importante para elegir una carrera. Creo que es vital que uno sienta una pasión interna por eso que uno va a estudiar. Después si se puede transformar esa pasión en dinero es una ganancia extra. Si no, ¿qué se puede hacer?, ¿cuántos abogados e ingenieros no hay por ahí en las avenidas manejando taxis y ganándose la vida de alguna u otra forma?

Entonces, ¿cómo se hace plata…? o, como dices tú, ¿cómo se transforma en dinero esa pasión?

(Cejas levantadas)

En criollo, pues: ¿Pa’ qué sirve estudiar Letras, con qué se come eso?

¡Ay, por favor! Hazme otra. Estoy cansado de responder ésta, ¿sí? Busca en Google, Wikipedia o en la página de la OPSU, por ahí debe decir.

¿Es cierto que en tu escuela no se habla de Paulo Coehlo, por qué?

Sí, es cierto. No se habla de él porque no está considerado como literatura por ninguna academia.

¿Por qué, quién determina eso?

Eso se nota en las estructuras narrativas, en la historia, la trama. Son cosas muy difíciles de llegar a definir y se han escrito tratados gigantes sobre qué es literatura. Básicamente ocurre igual que con la música o el cine. Uno se hace la pregunta, ¿qué es arte, qué es música? Existió primero lo que actualmente se considera como clásico o tradición. En el cine tenemos a El Acorazado Potemkin, en música un clásico del Rock son Los Rolling Stones. Son dos ejemplos muy distintos para ver un mismo punto. El Acorazado Potemkin es una película que a mí, por demás, me parece muy aburrida. Pero lo que lo hace arte es su importancia histórica y de transformación que tuvo en el cine en el momento, por eso debe ser estudiada. Con los Rollings, pasa lo mismo, son excelentes, ¡wao!, pero ¿quién los escucha ahorita? ¿Los has escuchado alguna vez en el metro o en un autobús? Son pocas personas que se mantienen escuchándolos. Ahorita la mayoría de la música que se vende es producto, es enlatada, si no es así es porque son grupos viejos como Radiohead, Aerosmith, entre otros que no se dejan montar la pata por los productores o grupos que pueden combinar su pasión de tocar maravillosamente, con un talento increíble con dinero, como Dream Theater que, Dios mío, tienen los mejores de los mejores del mundo en esa banda. Lo demás que se produce es totalmente comercial, productos para vender, para hacer que la gente se vista de tal manera o forma, se crean los emos y toda aquella cosa. No mencionaré bandas para no herir susceptibilidades, pero así pasa igual con la literatura. La autoayuda, género donde se clasifica a Coehlo, no es considerada literatura como tampoco se considera rock a Good Charlotte o a MCR. ¿Entiendes? Oscar de León es salsa, pero Salserín no, es producto.

¿No te parece que estás denigrando a la gente que sí lee Coehlo y escucha Simple Plan?

No, yo soy de los que piensa que las decisiones que uno tome individualmente sobre sus gustos deben ser intocables. Lo importante es que esa gente no ande diciendo por ahí, “Amigo, soy rockero” y uno caiga y diga “Sí, ¿qué escuchas? ¿Dream Theater, Los rollings, Soda?” y te digan, “No vale, ¿qué es eso? Escucho Avril Lavigne, Panda y Camp Rock”. La gente debe saber qué lee. Debe saber que escucha pop, no rock. Si a alguien le gusta Coehlo, no me molesta, igual que si a alguien le gusta Simple Plan; eso no es malo, los gustos de cada quien son soberanos. Yo en mi iPod tengo más de 10 canciones de ellos, pero sé que es pop con una guitarra eléctrica distorsionada.

Tienes cuatro años viviendo en Caracas, ¿qué piensas de esta ciudad?

¡Wao! Me asombran todavía las autopistas. Es increíble cómo pasan carros por abajo y por arriba de uno. Creo que eso siempre me asombrará. Creo que hay una deuda social con todo el mundo en esta ciudad, creo que hay injusticias, descontrol y soberbia, pero también hay una gran esperanza por un cambio. Creo que la ciudad necesita un cambio radical, una limpieza profunda en todas sus esquinas.

Si tuvieras que escribir sobre Caracas, en cualquiera de sus partes, pero en un lugar específico, ¿sobre qué y cómo sería?

Sería una historia de amor, sobre cualquier amor, en medio del caos. Sería mirando el tráfico sobre un puente, viendo a los policías corretear un malandro o viceversa, un amor a primera vista en el metro, el rescate de un bombero a su mamá en El Guaire, dos amigos que se confiesan ser gays en la cola de Guarenas, un mototaxista que salva a un bebé en la autopista. En fin, hay muchas opciones y en el momento inventaría la mía propia entre amor y caos en la ciudad de Caracas.

4 comentarios:

José Leonardo Riera Bravo dijo...

La subordinación... (Mirada acechante).

Me gustó mucho, fue divertida, me saco algunas sonrisas sin ganas! xD (Acabo de enterarme que me dieron una laptop por el I Rally Metropolitano, el problema es que no recuardo y en dónde está dicho objeto).

Me gustó mucho, en especial, la última pregunta/respuesta. Me sentí identificado, es eso lo que a mí también me gusta escribir.

Guillermo Geraldo dijo...

¡Moisés! Chamo, está demasiado arrecha, creo que más aún por ser Dream theater uno de mis grupos favoritos, jaja.

No, apartando esto, ha sido una genial entrevista.

Gabriela dijo...

Ahora que hay un comentario neutro que tiene, efectivamente, que ver con tu entrev, jeje doy mi comentario:
fantástico! Me encantó leerte y me encantó la pauta que creaste. A mi gusto es la pauta más interesante. Cosas geniales deberían brotar de ella!
Bravo Moi!!
Nota: lo de cejas levantadas me pareció muy ingenioso!

Unknown dijo...

Muy bueno (Y) ..!