viernes, 4 de febrero de 2011

Sin Título

Segundo match match del tercer contraletras
Guillermo vs Gabriela C. vs José Leonardo: Masturbación

Sus recursos eran limitados a la hora de pensar en relaciones sociales. Nunca fue bueno para nada, no cantaba, no era catire, no era gracioso y, como herencia de sus padres, todos los conocidos le tenían cierta adversión.

Desde la vez aquella en la que la mujer que sería su madre se enamoró de un hombre diferente, de otro color, de otra clase social, un hombre que no estudiaba y que, en vez de ello, iba a lugares “feos”. Así, en alguno de esos lugares feos (como todos los lugares dignos de un amor verdadero), el amor se hizo mutuo, y tangible.

Adversa se hizo la historia entonces. Nueve meses antes, no era difícil odiar a esa mujer, a fin de cuentas, odiarla ayudaría, tal vez, a que dejara al "tipo ese" y se buscara un hombre de verdad. No obstante, nueve meses después, ese hombre se hizo una verdad, en el nacimiento de Uriel.

Ya no era sencillo odiar a la mujer que ahora debía estar unida a ese cualquiera, por ese carajito.


“Ella cree que hizo una gracia. Pero está muy equivocada. Si ella piensa que dándole un hijo a esa mierda va a lograr que yo lo acepte, se equivocó. Se equivocó, comadre. Yo a ese carajito no lo quiero. No lo quiero ver; a ninguno de ellos. Para mí, está muerta. Que se quede con su mierda”, decía su madre, tratando de justificarle a su comadre (para que no le contara a las vecinas) el hecho de botar a su hija de casa.

Uriel creció entonces, más en apariencia que de forma interna. En una casa en Carapita en donde tenía padres de cinco de la tarde a nueve de la noche. De resto, estaba eminentemente solo. Sin familia materna, pues ni su madre la tenía. Y sin familia paterna, pues casi no tenía padre.

Sus recursos eran limitados a la hora de pensar en relaciones sociales. Nunca fue bueno para nada, no cantaba, no era catire, no era gracioso y, como herencia de sus padres, todos los conocidos le tenían cierta adversión.

Por eso, con dieciséis años de edad, sin familia ni amigos, Uriel no encontraba nada bueno que hacer desde el mediodía hasta las cinco de la tarde.


- ¡Ese carajo hay que meterlo preso en El Rodeo!
- Es un menor de edad y ese procedimiento no es pertinente.
- ¡La carajita también es menor de edad… y pertinente un carajo!
- En parte hay que entenderlo –dijo el psicólogo- creció solo, sin amigos y sin figura paterna. Hablando con él, me enteré de que no sabía qué era masturbarse.
- ¡No te creo esa vaina!
- Así es. Y es un hecho normal, pues generalmente conocemos la masturbación por medio de la figura paterna o la información que los amigos del liceo nos dan al respecto. Este joven no tuvo familia ni amigos, por lo cual creció reprimido sexual y emocionalmente.
- ¡Coño de la madre…
- Eso no justifica el daño que le realizó a esa joven.
- Su estado mental no es sano, además, no es posible juzgarlo como un criminal. Al menos no como uno adulto.
- ¡La violó! ¡Tiene que pagar! ¡La violó, maldita sea!



Uriel, desde entonces, se masturba todas las noches en la cárcel de menores.

9 comentarios:

Guillermo Geraldo dijo...

¡Vuelve el Leo y su narrativa!

Gabriela Valdivieso dijo...

Me llama la atención que la mast. esté tan asociada al mal, a lo asqueroso jeje

Igual está interesante tu enfoque jeje, es como la imp de la masturbación.

Karim Taisham dijo...

concuerdo con Gaby, la M. esta muy asociado a lo sucio, lo nasty (como lo trabajo Guille) o lo malvado (como lo asocio JL) sin embargo, la masturbacion es una accion natural y placentera. =s so..no se si el tema fue abordado asi como consecuencia de nuestros prejuicios morales o que, pero lo cierto es que pareciera que nuestros autores nunca se hubieran pajeado en la vida jajaa XD

Esperemos que Gabriela C. haga un texto un poco mas tolerante para el tema de la M. porque todo el mundo se ha metido mano, no solo una vez, sino varias veces.

Aunque no dejo de desmerecer el texto de Leo, que esta bien narrado y recien deja ver el tema del texto al final, aunque la inclusion se vea (o yo lo veo asi) forzada.

Gabriela Valdivieso dijo...

Hey, Noe, pero difiero de algo! El hecho de que hayan escogido este enfoque no los hace "intolerantes". Esto podría decirse, por ejemplo, de quien hace el comentario porque no soporta que se exalte esta visión frente a las demás. Creo que esta palabra, "tolerante-intolerante" es peligrosa.

Me parece lícito que hayan expuesto este enfoque, pero podríamos hablar de que terminaron siendo similares y no consideraron el otro aspecto, natural. Creo que esto tiene que ver no con su intolerancia sino con la carga social que tiene la palabra.

Y sin embargo es raro que nuestros autores hayan desestimado este lado curioso y menos tratado. De repente querían hacer, como lograron, textos fuertes! Lo natural, normal y casi de costumbre, puede ser menos interesante y por ello más difícil de convertir en cuento!

José Leonardo Riera Bravo dijo...

Bueno, en mi caso, no pretendo ser en ningún momento intolerante, ni mucho menos tildar de asquerosa tal acción.

Desde antes de escribir, ya sabía que quería expresar.

Y escribo en base a la premisa de que en el mundo existen dos tipos de personas: las que violan, y las que se masturban.

De esta manera, expreso el carácter necesario de la masturbación en el transcurso de vida del ser humano. Y muestro, cómo Uriel pasó sus noches masturbandose en una cárcel, cuando pudo haberse masturbado en su casa tranquilamente (de no haber cometido aquella violación).

Allí radica el protagonismo del tema de la masturbación, y la importancia que adquiere, no sólo en mi texto, sino en la vida de toda persona.

¿Forzado? No más de lo que el tema resulta.

Karim Taisham dijo...

Ok, probablemente me pelé en el uso de la palabra "tolerancia" pero no deja de parecer un enfoque (tanto en el texto de G. como el de JL) moralistas. Que, probablemente, hubiera sido un termino mas afortunado para definir estos casos.
difiero totalmente en esto Gaby, cito:
" Lo natural, normal y casi de costumbre, puede ser menos interesante y por ello más difícil de convertir en cuento!"

Chama, Cortazar para la confeccion de sus textos, se valia de lo cotidiano y asi tambien Monterrosso, Cristina Pieri Rosi y otros (sobre todo la herencia argentina en la literatura) no veo nada "poco interesante" en la narracion de las cuestiones cotidianas, si veo en cambio, cierta profundidad en el intento de eso, mas alla de la dificultad en su ejecucion.
JL. me dices que "cómo Uriel pasó sus noches masturbandose en una cárcel, cuando pudo haberse masturbado en su casa tranquilamente (de no haber cometido aquella violación)."
Pero no muestras que Uriel se masturbara antes, mas bien, me dibujas un personaje "extraño, raro, freak, marginado, rechazado" que asocias al final del texto con una violacion y con la masturbacion.
viejo si eso no es moralista, entonces no se que es.

Aclaro, no digo que ser moral o amoral en un texto se bueno o malo, solo que me sorprende que halla habido enfoques tan similares y asociados al "dirty" con la masturbacion, cuando es lo mas normal del mundo.Rescato q fueron enfoques validos y efectivos para los fines de los textos, pero esa efectividad les da un toque moral que no comparto.

pero a nivel tecnico siii, de bolas que funcionan. Solo q en discurso, poes...=*

Pero off topic, jejeje estamos mejorando. Por lo menos no aburrimos =p

Gabriela Valdivieso dijo...

Jejeje, retiro mis palabras Noe, tienes razón. Creo que pensaba en cine, la cotidianidad suele servir de set up, como de montaje de contexto de cosas grandes. Jaja, aunque hay pelis de momentos, sin mayores tramas y ya, pero son las menos jaja y las deploro!!

En lit es más natural, porque podemos presentar instantes y que revoloteen, podemos dar en ellos detalles de valor, etc. U're right.

Pero defiendo a JL: La tónica del cuento es negativa, pero la masturbación en realidad queda bien parada jajaja. Su ausencia, su desconocimiento es causante de cosas graves.

Victor C. Drax dijo...

El inicio me parece un poco débil. Siento que le falta un poco al texto para "calentar", que es lo que hace durante la conversación sobre lo que el chamo hizo. Ahí es que tu atención, como lector chismoso, queda atrapada. Lees eso y es ahí, "ajá, yo quiero saber qué hizo el chamo".

¿Quizá lo mejor hubiera sido expandirlo más? Me parece que se termina cuando le estoy cogiendo el gusto.
Por cierto, buenísimo verte de nuevo en la narrativa.

Victor C. Drax dijo...

A mí no me pareció forzado, no obstante.