Gabriela Valdivieso
Cuarto match match del tercer contraletras
Gabriela V. vs Andrea: Caracas futurista
Gabriela V. vs Andrea: Caracas futurista
Eran tiempos de tormenta y ruido. Cada uno profesaba su verdad como la nacional, cada cual superponía su voz. Sobre ellas, tantas, sólo se distinguían los disparos, esos desgarros en el espacio que paran el tiempo. Sumergidos, como todos, en ese agite colectivo, ese día flotábamos:
-Yo quiero ser un animal sin predadores ni peligro de extinción.
-¿Y eso existe?
-No sé.
-Entonces no quieres, quisieras.
-Es verdad.
-Yo quisiera ser el número 1.
-¿Por qué?
-Porque es el único número que sumado a sí mismo da origen a todos los demás.
Empezaba a vertirse el contenido de la idea cuando sucedió la hecatombe. No hubo instante para proteger a los ojos. Inseparables, insertados en el mismo espacio de mi memoria, registro el polvo infinito, el destello, el impacto, el naranja intenso, la sorpresa, el ardor. Luego, ya más nítido, la oscuridad y el más aturdidor silencio.
Perdí la pista de ella. Como de los demás. El meteorito se llevó a los todos de todos. Desaparecieron y desaparecimos. Las pistas eran pocas, pero la curiosidad era nula. Todo era inexplicable, como innecesario. El meteorito vino y nos calló a todos. Y como trozos de un florero, nos dispersamos a todas partes. Nos hicimos colombianos, mexicanos, errantes. Nos camuflamos fantasmalmente en otros acentos.
Me gusta pensar que ella se hizo 1. Y que Caracas y Venezuela pueden ser más que 0, pero es sólo un gusto, un quisiera. Las grandes potencias dictaron el camino; en días arrancará aquí la construcción del parque de diversiones más colosal de la Tierra. Será tan grande que si te distraes, pierdes la sonrisa.
-Yo quiero ser un animal sin predadores ni peligro de extinción.
-¿Y eso existe?
-No sé.
-Entonces no quieres, quisieras.
-Es verdad.
-Yo quisiera ser el número 1.
-¿Por qué?
-Porque es el único número que sumado a sí mismo da origen a todos los demás.
Empezaba a vertirse el contenido de la idea cuando sucedió la hecatombe. No hubo instante para proteger a los ojos. Inseparables, insertados en el mismo espacio de mi memoria, registro el polvo infinito, el destello, el impacto, el naranja intenso, la sorpresa, el ardor. Luego, ya más nítido, la oscuridad y el más aturdidor silencio.
Perdí la pista de ella. Como de los demás. El meteorito se llevó a los todos de todos. Desaparecieron y desaparecimos. Las pistas eran pocas, pero la curiosidad era nula. Todo era inexplicable, como innecesario. El meteorito vino y nos calló a todos. Y como trozos de un florero, nos dispersamos a todas partes. Nos hicimos colombianos, mexicanos, errantes. Nos camuflamos fantasmalmente en otros acentos.
Me gusta pensar que ella se hizo 1. Y que Caracas y Venezuela pueden ser más que 0, pero es sólo un gusto, un quisiera. Las grandes potencias dictaron el camino; en días arrancará aquí la construcción del parque de diversiones más colosal de la Tierra. Será tan grande que si te distraes, pierdes la sonrisa.
7 comentarios:
Me gusto mucho y disfrute bastante al leerlo
Gaby, lo leí varias veces. Me gustó mucho la relación entre los dos personajes. Sólo que sigo sin entender el último párrafo. :(
chama, EL MEJOR TEXTO QUE TE HE LEÍDO!.
me encanto todo, pero sobre todo, el dialogo:
Yo quiero ser un animal sin predadores ni peligro de extinción.
-¿Y eso existe?
-No sé.
-Entonces no quieres, quisieras.
-Es verdad.
-Yo quisiera ser el número 1.
-¿Por qué?
-Porque es el único número que sumado a sí mismo da origen a todos los demás.
maravilloso, funciona como pocos.
los elementos, las palabras que escogiste, todo esta genial. De pana me lo imagine leído en las paginas de un libro, como en una antologia.
felicitaciones!!!
Demasiado bueno!! Me parece perfecto! Esto es, realmente, la esencia de Letras a Litros!!
FELICITACIONES!! :D
¡Hey! ¡Wow! ¡Inesperados sus comentarios! Lo lancé muy insegura. Quería hacer algo diferente, pero sentí que me alejé mucho de lo posible o lo pensable. Y que además no fue tan claro como quería, como dijo Moi, jaja tengo que pensar. ¡Qué sorpresa, qué sorpresa!
Gaby, está absolutamente increíble. Me encantó. Excelente. Entendí perfecto el último párrafo. Y el texto mismo es la idea que trasmite, y se hace cada vez más confuso e intenso con la llegada del meteorito. Perfecto.
Uhm... yo no lo entendí muy bien. Tiene muy buenos pasajes, pero me pierdo al inicio y al final.
Pero ese soy sólo yo, puedo estar errado.
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